
La documentación a la que ha tenido acceso Libertad Digital prueba una maquinaria de seguimiento e investigación por parte de la cloaca de todo aquello que decidía perseguir los casos de corrupción que cercan al Gobierno de Pedro Sánchez. La cloaca tomaba nota de todos los jueces, fiscales, UCO o abogados que osaban actuar contra la órbita de corrupción y, automáticamente, surgía un archivo de seguimiento, una investigación o una operación de denuncias falsas para tumbarlo. Así ocurrió con los magistrados Marchena, Peinado o Biedma. Con el miembro de la UCO, el teniente coronel Balas.
Y también con los fiscales anticorrupción. Hasta ahora se conocía la carga de profundidad que la cloaca preparaba contra el fiscal Grinda. Pero otro de los afectados es directamente el jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón, el último responsable de haber aceptado la salida de la prisión de Soto del Real de Víctor de Aldama para que aportara toda su información y pruebas sobre la trama del PSOE.
Y si es llamativa la creación por la cloaca de una carpeta de seguimiento y actuación contra el fiscal jefe anticorrupción bajo el delator nombre de "DENUNCIAS LUZÓN" aún lo es más la fecha: el 3 de abril de 2025, cinco meses después de que Aldama saliera de prisión a finales de noviembre de 2024 por su compromiso de aportar pruebas sobre los casos de corrupción que cercan al PSOE y menos de dos meses después de que Aldama soltara algunas de sus bombas más representativas y temidas por el Gobierno: las relativos a los pisos de "señoritas" que, según el comisionista, habrían usado Koldo García Izaguirre, José Luis Ábalos y Ángel Víctor Torres; el contrato de VillaDelcy para la estancia en España de la narcodictadora tras haber dado el visto bueno a su entrada ilegal Pedro Sánchez; o el manuscrito de Koldo con obras presuntamente amañadas.
Luzón ha sido una figura clave en la lucha contra la corrupción de estos últimos meses. En primer lugar por haber mantenido la independencia dentro de una Fiscalía controlada con puño de hierro por el imputado Álvaro García Ortiz, persona defendida al cien por cien por Pedro Sánchez. Y en segundo lugar porque el amparo a Aldama ha sido decisivo para la aportación de pruebas clave como los contratos de pisos de Ábalos, los enchufes de prostitutas y otras amigas del exministro, las reuniones de Sánchez y Begoña Gómez en el rescate de Air Europa, la llamada de Javier Hidalgo a la mujer del presidente para desbloquear el pago de esa ayuda, etc.
Y la cloaca, por lo visto, decidió que eso no podía seguir por ese camino.
Ataque a Marchena
La documentación de la cloaca a la que ha tenido acceso Libertad Digital prueba todo un plan de ataque también a Marchena —presidente en aquel momento de la sala segunda del Supremo—, Biedma —instructora del caso del hermano de Pedro Sánchez—, o el juez Peinado —instructor del caso contra la mujer de Pedro Sánchez—. Libertad Digital ya ha desvelado que uno de los objetivos de la cloaca que lideraba Leire Díez, mano derecha de Santos Cerdán, pasaba por ejemplo y en el caso de Peinado, por generar una supuesta causa de recusación contra este magistrado en base a una vulneración de derechos de un exministro venezolano de Hugo Chávez.
Pero el plan completo incluía un ataque colateral: en base a esa argumentación, la cloaca pretendía "denunciar en cascada a todos los elementos de la cadena que llevaron al Tribunal Constitucional a decretar que la detención y prisión incondicional por 14 meses de NV fue ilegal". NV es Nevir Villalobos, el citado exministro del dictador Chávez.
Y es que las cadenas de denuncias eran un clásico también contra Biedma o Marchena. Pues bien, casualmente el archivo contra Luzón también incluía la palabra "denuncias".


