El auto del juez Puente ordenando el ingreso del exsecretario de organización, Santos Cerdán, ha pillado a Pedro Sánchez en la Conferencia para el desarrollo de la ONU que se celebra en Sevilla. Justo estaba compareciendo con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, cuando Sánchez se ha enterado de la decisión del magistrado por los periodistas quienes primero le preguntaron por la decisión de la Fiscalía, de pedir su ingreso en prisión, y más tarde del auto del Supremo.
Su versión no cambió. En ambos casos dio una respuesta idéntica. "El PSOE actuó de manera contundente desde el primer momento. Se han asumido esas responsabilidades. Se ha apartado a Santos Cerdán", ha afirmado Sánchez que ha circunscrito el escándalo de corrupción a Cerdán y Ábalos pese a que ya afecta al director de carreteras y a la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, que más tarde fue secretaria de Estado.
Sánchez se ha negado a asumir su responsabilidad y ha afirmado que, "desde el punto de vista político", hay "una posición muy distinta del partido que dirijo a otros que no asumen ningún tipo de responsabilidad", pese a que estamos en un caso inédito en el que dos números tres del partido están imputados y uno ha entrado en prisión sin afianza.
"Ahora es el momento de la justicia. Es la justicia que tiene que dirimir las responsabilidades de Santos Cerdán", ha afirmado Sánchez quien no ha entrado a comentar las teorías de su exnúmero 3 ante el Supremo, ya que ha afirmado que todo se trata de una trama montada por la oposición y que los audios están manipulados.
Incluso ha afirmado que se debe a sus negociaciones con el PNV y Bildu y ha augurado que el "fango" alcanzará ahora al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, por negociar con Junts. Una teoría aún más dura y conspirativa que la que el exministro José Luis Ábalos había mostrado ante el Supremo que se había limitado a afirmar que no se reconocía en los audios.