
Koldo García Izaguirre fue alertado antes de su imputación de que la Justicia le seguía los pasos. En diciembre de 2023, dos meses antes de su detención tenía la confirmación. Trasladó su queja y se encontró con que el aparato del PSOE también lo sabía. Pidió una negociación con Pedro Sánchez y éste no quiso saber nada de él precisamente porque todos conocían lo que nunca debieron saber: las actuaciones judiciales. Para colmo, Koldo acabó sabiendo que la UCO también seguía la pista de Salvador Illa, el hombre al que Sánchez empieza a señalar como posible sucesor en caso de que la investigación judicial consiga llegar hasta el final. Y todo ello lo sabía Pedro Sánchez, que no dudó en apartarse de Koldo.
Filtraciones constantes
La historia de la investigación de la trama del PSOE puede pasar a la historia como uno de los casos con mayores filtraciones que se recuerden. Y es que todo el aparato de Gobierno y PSOE tenía conocimiento de actuaciones judiciales y de la UCO que debían ser secretas.
Koldo plasmó en una conversación de diciembre de 2023 tras descubrir que todo el mundo sabía que iba a ser detenido en un par de meses. "Yo pensé que eran del (ininteligible) que era lo que me preocupaba, pero son de UCO, no me preocupa en absoluto. Paré el coche, me bajé del coche y fui (Ininteligible) y le dije "no tenéis que romper la puerta, si queréis entrar en casa yo os doy un juego de las llaves y ya está". Me fui directamente al Coronel de la Guardia Civil que lleva la Unidad Especial (Ininteligible) de Anticorrupción de Europa. Esto viene de las investigaciones de la UCO de las mascarillas por Anticorrupción de Europa. Me senté con él y le dije (susurra) (Ininteligible) si necesitaban algo en concreto, yo te explico absolutamente todo, o sea la hipoteca, de dónde he sacado todo, tal y cual, ¿sabes? Sabéis cuál es mi vida (Ininteligible) o sea yo os autorizo absolutamente a todo, coño, pero no hagáis el gilipollas, ¿vale?".
Lo cierto es que la trama contó desde septiembre de 2019 con chivatazos gracias a un comandante de la Guardia Civil ya imputado —Rubén Villalba—. Pero Koldo pensaba que, precisamente por eso, la UCo de la Guardia Civil estaría controlada y no le investigaría.
Tensión en el círculo de poder
De hecho, una de las sospechas de la UCO es que las quejas de José Luis Ábalos contra Fernando Grande-Marlaska vienen de que el ex número dos de Sánchez siempre pensó que el ministro de Interior sería capaz de controlar a la UCO. Ahora sabemos que no lo logró y Ábalos se lo recriminó.
Pero la sorpresa de Koldo llegó también tras darse cuenta de que había muchos otros investigados: "A mí me parece bien, no hay ningún problema, yo (Ininteligible), pero lo que no cayó nadie, eso es muy muy gracioso, es que no sólo me estaban investigando a mí, también estaban investigando a SALVADOR ILLA, a LUIS PALOMINO, al secretario de SALVADOR, a JOSÉ, al hijo de JOSÉ, o sea, había 28 personas implicadas en la investigación, que sigue abierta, (Ininteligible) y que me hagan todos los informes que ellos quieran".
Y Sánchez tuvo conocimiento: "Yo sé que se llegó al Presidente, porque (Ininteligible) porque yo quise que llegara (Ininteligible), ni de un lado ni de otro. Lo que, lo que me gustaría a mí que llegara también al jefe, o sea hablo por ti, es que yo llevo dos años y tres meses… yo estoy escondido en una puta esquina, yo hice absolutamente todo lo que me han pedido, incluso a él, porque él, porque él me pidió unas cosas (Ininteligible) a través de JOSE ¿vale? Las hice y he desaparecido. Yo nunca he dado un problema, sé, yo sé que también, tú me felicitaste a mí y me dices, me dijiste, dice bueno mira, no vale para hacer recados, pero no vale para estar de asesor de un ministro", dijo Koldo en referencia a Santos Cerdán.
Hasta el momento, Salvador Illa no está imputado, aunque es evidente que las investigaciones prosiguen y que uno de los contratos sanitarios en los que entró la trama fue el megacontrato del covid de 2.400 millones de euros de Sanidad —bajo mando entonces de Illa— con destino a las CCAA que no llegó a materializarse por completo porque las propias autonomías se dieron de baja ante la barbaridad de precios que se pagaban por mascarilla o el resto de material.
Red de avisos organizada
Pero la UCO se ha tomado muy en serio la red de chivatazos de la trama del PSOE. Los investigadores creen que hubo distintas fugas de información, que abarcaron desde Hacienda -tras comprobarse los beneficios de las empresas ligadas a la red de presunta corrupción- hasta Interior -Guardia Civil con acceso, incluso, a datos de la Policía Nacional-. Y la UCO es consciente de que esa red de chivatazos debió ser coordinada de alguna manera, básicamente porque es impensable que dos departamentos como Interior y Hacienda funcionaran de igual manera sin una pauta u orden común.
Pues bien, la UCO, conocedora igualmente de que en 2021, Pedro Sánchez apartó del Ministerio de José Luis Ábalos pero lo mantuvo como diputado incluso en las listas electorales de 2023, sospecha que esa red de chivatazos pudo contar con conocimiento directo de Presidencia del Gobierno.
Desde la Guardia Civil hubo chivatazos, en concreto, por medio del grupo organizado por el comandante Villalba. Koldo García Izaguirre entraba como Pedro por su casa en la Guardia Civil en época de la ahora exdirectora de la Benemérita, María Gámez. El propio Koldo habría señalado al también ahora exdirector del cuerpo, Leonardo Marcos, como origen real de los chivatazos a la trama para que la red eludiera las investigaciones judiciales.
Esa red tuvo acceso a datos de la Policía Nacional y a infraestructura de la Guardia Civil -ambos cuerpos dependientes en última instancia del Ministerio del Interior-. Hacienda albergó fugas de información sobre las investigaciones fiscales a las empresas de la trama y, para colmo, coinciden con el momento en el que la empresa que visitaba Begoña Gómez —Globalia— entró en escena por la comprobación de sus contratos con Víctor de Aldama.
Y el comandante Villalba tuvo su primer intercambio de información con Aldama a la semana de que el líder de la trama se viera con la mujer del presidente en San Petersburgo.
Todo ello ha llegado a los agentes de la UCO a sospechar de que los chivatazos sobre la investigación judicial de la trama del PSOE llegaron hasta el propio Sánchez. Porque es difícil imaginar que no tuviera constancia de algo que rondaba dos ministerios clave y a su propia mujer.

