Las enmiendas a la totalidad a la reducción de la jornada laboral presentadas por PP, Vox y Junts finalmente no se debatirán el próximo martes 22 de julio, en el llamado pleno escoba, como estaba previsto en los planes de Yolanda Díaz. La líder de Sumar se ha visto forzada a cambiar los planes por "el clima político" que sufre el Ejecutivo de Pedro Sánchez cercado por los casos de corrupción.
Este martes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la propia Díaz ha asegurado que el debate debe darse en "las condiciones más favorables", ya que según fuentes del Ministerio el debate se desarrollaría en un clima "enrarecido" donde la medida se convertiría en un "plebiscito" del apoyo o no al Gobierno que trata de amarrar a sus socios.
La vicepresidenta segunda contaba con convencer a Junts para evitar la caída de esta norma que era su gran apuesta electoral, pero el partido de Carles Puigdemont ha mantenido desde el inicio de las negociaciones que las diferencias eran insalvables, llegando incluso a calificar de "tóxica" la norma estrella de la ministra de Trabajo, sobre todo mostrándose especialmente preocupado por el impacto que puede tener la reducción de jornada en las pequeñas y medianas empresas catalanas. Aún así desde la cartera que lidera Díaz mantienen que los independentistas catalanes quieren negociar y les han pedido más tiempo. Una afirmación que fuentes de Junts, consultadas por Libertad Digital, han desmentido.
La falta de apoyos parlamentarios ha obligado a la vicepresidenta segunda a recular y a posponer hasta después del verano el debate sobre esta iniciativa, que había prometido poner en marcha este mismo año a los agentes sociales, aunque recientemente Sumar relegó la norma, calificándola de "simbólica", aunque en ningún caso dicen renunciar a que la medida salga adelante este año.