Este lunes, durante el balance realizado por Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno lanzó una promesa que aún genera expectativas: la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. No es un anuncio nuevo; varios miembros del Ejecutivo han manifestado esta intención en años anteriores, pero las cuentas correspondientes a 2024 y 2025 nunca llegaron a presentarse.
En el mejor de los casos, se llevó al Congreso el techo de gasto para 2025, aunque nunca se aprobó y quedó estancado durante la tramitación. Lo que el Gobierno no reconocía abiertamente es que renunciaba a presentarlos. Siempre se optó por posponer la cuestión, asegurando que se harían en otro momento o que el calendario institucional y la falta de apoyos hacían esta acción "prácticamente inviable". Sin embargo, se matizaba, a continuación, que se estaba trabajando en las cuentas del año siguiente.
Ahora, desde el Gobierno aseguran que esta vez será diferente y que sí presentarán las cuentas. La duda está en qué implica exactamente "presentarlos": si se refiere únicamente a darles luz verde en el Consejo de Ministros o si, por el contrario, se contempla su tramitación efectiva en el Congreso. "Presentar los Presupuestos es presentar los Presupuestos. Trabajar desde el Gobierno para tener las mejores cuentas públicas posibles, acompañadas de la senda de estabilidad y el techo de gasto", afirmó este jueves en TVE la vicepresidenta María Jesús Montero. Esto sugiere que el proceso volvería a estar condicionado y que solo se tramitarán si hay garantías para sacarlos adelante.
Desde el Ejecutivo reconocen que existe un problema de credibilidad respecto a los Presupuestos, pero insisten en que esta vez "va en serio" y que "no es un globo sonda". "Se trata de un compromiso público, expresado en un balance de gestión, y un compromiso del presidente, no una simple intención", aseguran fuentes gubernamentales, que subrayan la importancia de la terminología utilizada.
De hecho, Pilar Alegría utilizaba durante el año pasado la expresión "la voluntad del Gobierno" al referirse a la presentación de los Presupuestos. Ahora, el Ejecutivo marca distancias y sostiene que "no hacemos promesas ad eternum".
Escenario complicado
Por el momento, la intención del Gobierno se limita, a la espera de negociar con los grupos parlamentarios, a presentar el techo de gasto en el Congreso el próximo mes de septiembre. Este es el paso previo e imprescindible para poder comenzar a elaborar el proyecto de Presupuestos. La tramitación parlamentaria posterior, más allá de la aprobación en el Consejo de Ministros, dependerá de que el Ejecutivo cuente con el respaldo suficiente para evitar una derrota.
En ocasiones anteriores, desde Hacienda se había vinculado esta presentación a la garantía de superar al menos la votación de las enmiendas a la totalidad. Sin embargo, esa mayoría no se logró, lo que ha provocado la prórroga de las cuentas públicas de 2023. Ahora, con el endurecimiento de las posiciones de varios socios clave, especialmente Junts y Podemos, tras el caso Cerdán, no parece probable que se aseguren los apoyos necesarios para superar la votación de totalidad.