Durante el mes de julio se han publicado ocho encuestas que nos ofrecen una visión de conjunto muy interesante en un momento absolutamente trepidante para la información política y en la que la demoscopia tiene un papel fundamental.
Para tener una visión más completa de la información que ofrecen esos sondeos hemos obtenido la media de los datos de todos, y además la hemos comparado con la de los publicados en mayo y junio.
Y los resultados son muy interesantes. Para empezar, por como crece la distancia entre los dos grandes partidos: el PP sería el más votado con un 35,1%, casi nueve puntos, que el PSOE puesto que los socialistas no pasan del 26,4%. Los de Feijóo han ganado once décimas respecto a la media de las ocho encuestas que se publicaron en junio, mientras que los de Sánchez pierden ocho.
Además, hay que tener en cuenta que en junio los de Pedro Sánchez ya venían de perder 1,6 puntos si comparamos mayo. Resumiendo: desde la caída de Cerdán el PSOE se ha dejado casi dos puntos y medio en dos meses y, además, ya antes de esto no estaba precisamente en máximos.
Otro dato es que es que el desplome de los socialistas no sólo no se frena, sino que se acelera: si sólo tenemos en cuenta las encuestas publicadas en la segunda mitad de julio el resultado para el PSOE es todavía más bajo: se queda en el 25,5%.
Por otra parte, en el conjunto de los tres meses analizados el partido que más sube es Vox: la media de sondeos les da un 14,9% en julio y solo tenían un 13,6% en mayo. El crecimiento, además, es estable, lo que transmite solidez: siete décimas el primer mes y seis el segundo.
Finalmente, a la izquierda de la extrema izquierda que ya es el PSOE las cosas pintan mal para Sumar y, aunque a Podemos sí le va mejor, tampoco es que sea ir descorchando ya las botellas de champán.
Los de Yolanda Díaz se quedan en julio en una intención de voto del 6,2%, ganan cuatro décimas respecto a mayo, pero habrían perdido cinco si la comparación es con junio. La conclusión es muy clara: pese a que el PSOE parece estar hundiéndose Sumar no sólo no recupera antiguos votantes sino que parece que sigue perdiéndolos.
Cualquiera diría que un escenario en el que retroceden tanto el PSOE como Sumar es terreno abonado para Podemos. Lo cierto es que el partido morado mejora sus expectativas, sí, pero tampoco es que lo haga de una forma espectacular: en julio la media de las encuestas les da un 5,1%, mientras que en junio era del 4,3% y en mayo una décima menos: el 4,2%.
Eso sí, Irene Montero e Ione Belarra se sitúan cada vez más cerca de Yolanda Díaz y, si finalmente se produce el sorpasso, este puede tener consecuencias demoledoras tanto desde el punto de vista demoscópico como, sobre todo, desde el político.


