
Gelats Dellaostia o Helados Dellaostia –la heladería da a dos calles y ha rotulado un lado en catalán y el otro en español– es el último establecimiento de hostelería en ser señalado por el independentismo. ¿Su delito? Un concejal de distrito de ERC, Guillem Roma, abrió un hilo en X hace tres días en el que decía: "Hoy mi pareja ha sufrido un caso de discriminación lingüística en plena Fiesta Mayor de Gracia por hablar en catalán a un trabajador de la heladería ubicada en la calle Torrente de la Olla 128-124 que se llama ‘Helados Dellaostia’".
Fil 1/3 ATENCIÓ: Avui la meva parella ha patit un cas de discriminació lingüística en plena Festa Major de Gràcia per parlar en català a un treballador de la geladeria ubicada al carrer Torrent de l'Olla 128-124 que s'anomena "Helados Dellaostia". pic.twitter.com/J1rG9Zo1L7
— Guillem Roma 🎗 (@gromabatlle) August 17, 2025
Según el relato de la supuesta víctima de discriminación lingüística, el encargado de la heladería le habría reprochado que se dirigiera a un empleado en catalán y que no quisiera cambiar de lengua y pasar del catalán al español. El encargado, siempre según el relato de la pareja del concejal de ERC, se habría mostrado agresivo y habría apelado a la oficialidad del español en Cataluña para reprochar a la mujer que no cambiara al español. En su relato en la emisora local Ràdio Gràcia, la mujer reconoce que llamó "imbécil" al encargado, pero que se arrepiente. Y se pregunta: "¿Cómo hemos llegado hasta aquí para que se considere una ofensa hablar en catalán en Cataluña?"
El independentismo tiene la consigna lingüística de no cambiar del catalán al español cuando les respondan o se dirijan a ellos en español, por lo que el relato ha causado conmoción en las fuerzas vivas del separatismo, que se han movilizado en medio de incendiarios llamamientos en la red social X para boicotear al establecimiento. Hasta el expresidente de la Generalidad Carles Puigdemont se refirió al caso en su conferencia en la universidad catalana de verano.
El drama de Puigdemont
Un indignado Puigdemont aseguró: "Me están impidiendo una vida normal por el hecho de que hablo catalán. Y eso es muy grave. Es un acto de violencia contra tu intimidad. ¡Pero qué es eso! Reírse de alguien porque habla catalán. O echarlo de un establecimiento porque habla catalán. ¡Pero dónde se ha visto esto! ¿Lo aceptaríamos con otra lengua? Así que escuchad europeos, mundo, está pasando una cosa muy grave con el catalán, nos están discriminando y vejando por razón de lengua".
🔵 Unos señalan, otros destrozan violentamente: la heladería de un emprendedor argentino es vandalizada en Barcelona.
Así funciona el nacionalismo radical que ha destruido Cataluña. pic.twitter.com/tcV21G6a9j
— Impulso Ciudadano (@Impulso_Ciudada) August 19, 2025
La heladería ha sufrido las iras independentistas. Ha sido vandalizada con pintadas en catalán llamando "fascistas" a los trabajadores y con pegatinas separatistas. Esos hechos han sucedido tras la difusión en X de mensajes como el del exdiputado de la CUP Antonio Baños, un clásico en estos menesteres. "Este local es nuestro enemigo. ¡Hasta que cierre!"
Aquest local és el nostre enemic.
— Antonio Baños (@antoniobanos_) August 18, 2025
Fins que tanqui! pic.twitter.com/05tc7a4K3U
El mismo "modus operandi"
El señalamiento de establecimientos de hostelería es un clásico del catalanismo. Uno de los últimos episodios implicó a un exconsejero de Interior de la Generalidad, Miquel Buch, condenado y amnistiado en el caso de la contratación como asesor de un mosso que ejercía de guardaespaldas de Puigdemont en Bélgica. Según Buch, en un conocido restaurante de la zona alta de Barcelona se negaron a atenderle en catalán, extremo que los responsables del negocio desmintieron tajantemente.
Poco después de la denuncia, el local fue vandalizado por un grupo de separatistas, igual que le ha sucedido a la heladería, propiedad de un empresario argentino.

