
En plena ruptura del Gobierno con Junts, el Partido Popular no sólo evitará un acercamiento con los de Carles Puigdemont, sino que ha puesto en su punto de mira los viajes que ha realizado el PSOE a Suiza o Perpiñán para reunirse con el prófugo de la Justicia. Los de Alberto Núñez Feijóo ponen especial énfasis en los que ha protagonizado el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
"¿Cuál ha sido el coste para el Estado de las reuniones mantenidas con Junts por parte de José Luis Rodríguez Zapatero?", preguntan al Gobierno en una iniciativa registrada en el Congreso, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, para obtener respuesta por escrito. Y es que todo lo que rodea al expresidente es opaco, ya que no ostenta ningún cargo oficial que le vincule a Pedro Sánchez pero sus actuaciones le sitúan como una de las personas que más influye en él.
El PP pretende conocer también si el expresidente "utilizó medios oficiales en sus desplazamientos al extranjero", precisamente porque, más allá de su condición de anterior líder del Ejecutivo, no ejerce un cargo público que justifique el uso de fondos del Estado para ese cometido. Se trata de una información que debe ser pública y no ha sido detallada, ya que Sánchez nunca ha explicado en condición de qué acude Zapatero a Suiza para hablar con Puigdemont.
Los encuentros con Puigdemont se habrían recogido en actas escritas que ahora reclama el PP, como ocurrió con las negociaciones de Zapatero y ETA que detallaron los mediadores y los terroristas: "¿Va a hacer público el Gobierno las actas del verificador internacional Francisco Galindo sobre sus reuniones con Junts?", pregunta el grupo de Ester Muñoz al Ejecutivo para que aclare estos encuentros, sobre los que no se ha facilitado información alguna.
Además de Zapatero, también se reunió con el líder de Junts el que fuera secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, ahora en la cárcel. Unos encuentros que, según ha dicho Puigdemont, no volverán a producirse después de que hayan perdido la confianza en este Gobierno. Así lo aseguró cuando anunció su ruptura con los socialistas, ratificada posteriormente por las bases de su partido en un 87%, y que todavía no se ha concretado.


