
La existencia de un circuito de dinero en efectivo en la sede socialista de Ferraz, del que supuestamente podrían haberse beneficiado José Luis Ábalos y Koldo García para blanquear las mordidas recibidas, ha llevado al juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, a abrir una pieza separada para investigar la presunta financiación ilegal del PSOE. La noticia ha pillado al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en Brasil para asistir a la 30ª Conferencia de la ONU sobre el cambio climático.
Ante una noticia que golpea de lleno al partido, que ve cómo el cerco se estrecha cada vez más, en Ferraz ha imperado el silencio absoluto. No se ha emitido ninguna valoración pública. El mutismo es total ante una información que amenaza con poner aún más contra las cuerdas al Ejecutivo, justo después de la ruptura anunciada por Junts. Y es que la presunta financiación irregular del PSOE toca una línea roja que sus socios más fieles, ERC, PNV o Bildu, no están dispuestos a cruzar.
"El PSOE tiene una financiación absolutamente limpia", afirmó Pedro Sánchez al inicio de la comisión de investigación por el caso Koldo, el pasado jueves, en la que utilizó más de 40 veces fórmulas evasivas como "no me consta" al ser preguntado, por ejemplo, si el extesorero del PSOE, Mariano Moreno, le informó sobre los gastos de Ábalos, si su suegro financió sus primarias o si conocía al empresario Víctor de Aldama.
Precisamente, el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha remitido al magistrado Moreno las declaraciones del exgerente del PSOE y de la secretaria de Organización de Ferraz, en las que ambos admitieron el descontrol existente en los pagos en efectivo del partido. En sus testimonios también reconocieron la existencia de donaciones realizadas en metálico. El juez Puente ha enviado además la declaración de la empresaria Carmen Pano, quien admitió haber entregado dinero en efectivo en la sede de Ferraz, junto con un informe de la UCO y la documentación aportada por el propio PSOE.
Hasta ahora, el PSOE defendía que sus cuentas eran totalmente legales, subrayando de forma irónica que "la prueba palmaria" es que en los sobres con dinero en efectivo, mencionados en el informe de la UCO, que pagaba el partido a Ábalos y Koldo García, "había céntimos" y que no existían dudas sobre su financiación porque los tribunales no habían abierto una pieza separada.
En todo momento, el partido ha defendido su transparencia pese a que el informe de la UCO haya recogido que había pagos en el PSOE "para los que no se habían encontrado respaldo documental" falseando el propio informe al decir que avala las cuentas del partido.

