Menú

El miedo a que Feijóo avance con la moción de censura activa las alarmas en Moncloa

Sánchez vira y propicia un acercamiento a Junts después de que Feijóo apelara a los empresarios catalanes.

Sánchez vira y propicia un acercamiento a Junts después de que Feijóo apelara a los empresarios catalanes.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero al inicio de la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. | EFE

Pedro Sánchez empieza a ser consciente de que la legislatura corre peligro, a pesar de sus aspiraciones de gobernar al margen del Parlamento y sin Presupuestos. La entrada de José Luis Ábalos en prisión ha sido un golpe más duro de lo previsto, ya que su voto es decisivo si Junts se abstiene, y les deja sin opciones de aprobar medidas. En medio de la tormenta perfecta, en Moncloa cunde el miedo a que Alberto Núñez Feijóo desbanque al presidente con una moción de censura.

Esto explica el cambio de estrategia adoptado por el Ejecutivo en apenas un mes. Después de ignorar la ruptura anunciada por Míriam Nogueras, que tuvo que elevar la apuesta avanzando enmiendas a la totalidad de todas las medidas del PSOE para llamar la atención, Pedro Sánchez propicia ahora un acercamiento a los de Carles Puigdemont, consciente del callejón sin salida en el que se encuentra.

El presidente protagonizó este martes un tour mediático en la prensa catalana para anunciar la aprobación en Consejo de Ministros algunos incumplimientos que le reprochan los de Junts. Un movimiento sorprendente, especialmente si se tiene en cuenta que hace unas semanas decían estar "muy tranquilos" porque Feijóo nunca lograría el apoyo de Puigdemont a una moción de censura en la que esté Vox.

Un nuevo cambio de criterio del presidente que, según fuentes gubernamentales, responde a una reacción "madurada". El Ejecutivo ha pasado de ironizar sobre la decisión del fugado Puigdemont a intentar afianzar la legislatura mediante nuevas concesiones y asumiendo el mea culpa por el "incumplimiento" del pacto de investidura que "tiene mucho valor".

En Moncloa justifican este giro alegando que "la vida cambia" y sostienen que no existe contacto alguno con el partido separatista. De hecho, admiten abiertamente que no tienen garantizado el apoyo de los siete diputados de Junts para aprobar el decreto, en lo que califican como un auténtico "tirarse a la piscina". En el Gobierno admiten que no tienen del todo claro que esta nueva estrategia vaya a funcionar, a pocas horas de que la portavoz de Junts en el Congreso ofrezca una rueda de prensa en Barcelona.

El Gobierno insiste en que buena parte de los acuerdos ya se han cumplido, situando la Ley de amnistía como su principal hito, y se declara dispuesto a seguir profundizando en la descentralización del Estado para salvar la legislatura.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, advertía incluso a los separatistas catalanes de que la UME está ayudando a combatir el problema de la peste porcina y les pedía "pensar en los ciudadanos más allá de las claves políticas de cada partido", evidenciando el volantazo adoptado por el Ejecutivo, que hasta ahora había ignorado a Junts.

La apelación a los empresarios catalanes

El cambio de guion en Moncloa se ha producido cuatro días después de que el presidente del Partido Popular apelara a los empresarios catalanes para que presionen a Junts y logren su apoyo una "moción instrumental". Dirigiéndose al presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, Feijóo dijo que "no me faltan ganas para una moción de censura, me faltan votos, con un único compromiso: convocar elecciones generales".

Aunque los de Puigdemont desecharon públicamente cualquier opción de apoyar al PP, y el propio líder de la oposición rebajó la expectativa un día después al asegurar que sólo cabe la convocatoria de elecciones para poder echar a Sánchez, el presidente sabe mejor que nadie que no puede descartarse por completo la opción de que prospere, como ocurrió en su caso con Mariano Rajoy.

De ahí los nervios en un momento especialmente delicado, con el que fuera fiscal general del Estado condenado, Ábalos y Koldo en prisión tirando de la manta, el hijo del exministro señalando a la mujer del presidente, Begoña Gómez, etc. Una cascada de malas noticias que influyen en el ánimo de Sánchez, a pesar de todo, incombustible, y que sabe que su único salvavidas pasa por volver a atraer a Junts a la mayoría de investidura.

El ascenso de Aliança Catalana ha agitado también el tablero, añadiendo más presión a los de Puigdemont, que tampoco pueden permitirse seguir apoyando a Sánchez gratis. El último CIS catalán arroja ya un empate entre ambos partidos, lo que ha removido las aguas en Junts, que ve insuficiente el movimiento de Sánchez y pide más para poder regresar al bloque de investidura.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal