
Pedro Sánchez ha adelantado a este lunes su habitual comparecencia para hacer un balance de fin de año, entrando de lleno en la campaña electoral de las elecciones autonómicas extremeñas.
El presidente del Gobierno, con un aspecto físico todavía más demacrado que en los últimos meses, ha pasado una hora haciendo un auténtico mitin sobre las maravillas de su gestión, para luego responder a una serie de preguntas de los periodistas que, por una vez, han puesto a Pedro Sánchez contra las cuerdas.
Una de las preguntas más esperadas ha sido sobre los casos de abusos que están estallando como bombas de racimo en el PSOE, el presidente no sólo no ha aceptado ninguna responsabilidad, sino que se ha limitado a decir que "ser feminista no te hace infalible".
Además de esto, ha culpado de los problemas de su partido al "machismo estructural" y ha presumido de que el PSOE cuenta con "un protocolo que da cobertura y protege" a las denunciantes de abusos "y resuelve de forma rápida" los casos denunciados, algo que se desmiente sólo con observar los cinco meses que han pasado desde que se hicieron públicas las denuncias sobre Paco Salazar.
Sánchez ha dicho que en este caso actuaron desde el primer momento, "tomamos medidas el mismo día", lo que no es cierto: la dimisión de Salazar llegó cuando se hicieron públicas las denuncias, que ya llevaban un tiempo presentadas. Sí ha admitido que "hubo un fallo informático en una de las dos denuncias", pero "se corrigió y se ha publicado un expediente" del que también ha presumido, así como de dar "todo el apoyo jurídico a esas denuncias".
"Estamos haciendo más fuerte al partido"
Aun así, el presidente se ha jactado de que "si las mujeres hoy denuncian estos casos es porque se les ha habilitado ese canal" de denuncias internas "y se les da cobertura". No sólo eso, a partir de ahí ha pasado al ataque, criticando al resto de partidos: "Me gustaría que el resto de organizaciones políticas, en lugar de señalar y actuar como Torquemadas, tomasen ejemplo y pusiesen en marcha estos protocolos". "El PSOE está siendo muy contundente" y está "abriendo camino", ha concluido.
De hecho, insistiendo en esta línea ha querido "reconocer la labor de la secretaria de Organización" –Rebeca Torró, que ha sido muy criticada por el informe de Salazar y por todo lo ocurrido con el caso– y también ha elogiado el trabajo de "la de Igualdad – Pilar Bernabé– y de toda la Comisión Ejecutiva Federal" que, siempre según Pedro Sánchez, ha gestionado de forma sobresaliente "esta crisis" que era "difícil" pero se ha resuelto "con contundencia".
Por último, el presidente del Gobierno ha dicho que "lo que debilita al PSOE no son las denuncias, son las conductas machistas" y que "al actuar con contundencia estamos haciendo más fuerte al partido".

