
Después de que militantes socialistas criticaran su ausencia en plena crisis por el goteo de casos de acoso sexual en el PSOE, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, se ha limitado a afirmar que se siente muy "orgullosa" de las mujeres socialistas que han utilizado los canales internos del partido para denunciar a sus presuntos acosadores. Al mismo tiempo, ha cargado contra el Partido Popular, al que ha tildado directamente de "palmero" de Vox, formación que ha definido como "un partido negacionista que lo único que quiere es que retrocedamos a momentos de la dictadura franquista en materia de igualdad".
Tras la crisis provocada por el encubrimiento durante cinco meses, por parte de Moncloa y del PSOE, del que fuera asesor de Pedro Sánchez, Paco Salazar, Redondo, que durante todo este tiempo ha mantenido un perfil bajo, ha defendido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el PSOE "lidera y abandera toda la lucha contra el machismo y contra la violencia de géneros". Una afirmación que llega después de la polémica generada por el fallo de las pulseras antimaltrato, que evidenció la ineficacia del sistema y del ministerio que preside.
"La forma de hacer frente al machismo" desde el partido "ha sido ejemplar", ha sostenido la ministra, pese a reconocer que "se podían haber hecho las cosas mejor". Una autocrítica considerada insuficiente en medio del continuo goteo de dirigentes socialistas investigados por acoso sexual.
Redondo se ha visto así obligada a capear el temporal recurriendo a la crítica a la oposición, cerrando filas con el PSOE y abriendo una confrontación partidista. "El PP no es quien para dar lecciones de feminismo al PSOE cuando sabe Dios qué tienen dentro", ha lanzado la ministra.
"En otros partidos sigue existiendo el principio de omertá, en el PSOE no se consiente y no se pone en duda la voz de las mujeres", ha subrayado Redondo, después de que fuentes socialistas reconocieran haber sido engañadas por la dirección del partido, que calificó las denuncias contra Salazar como parte de un "complot" para impedir que formara parte de la dirección federal.
Desde el PSOE, en la que fue la primera rueda de prensa de la secretaria de Organización, Rebeca Torró, desde su nombramiento en julio, se avanzó que el protocolo iba a mejorar y se lamentó la tardanza por la falta de "recursos humanos". Por el momento, se desconocen las mejoras concretas más allá del expediente informativo que Ferraz abrió a varios dirigentes socialistas, como Javier Izquierdo o Antonio Hernández.

