
El socio minoritario del Gobierno necesita que el PSOE mueva ficha ante los escándalos de corrupción y acoso sexual que sacuden al Ejecutivo y a Ferraz. Tras una reunión celebrada bajo un secreto absoluto, Sumar ha concluido en un comunicado que esta cita, enmarcado bajo el máximo hermetismo, "no ha supuesto ningún avance significativo".
Mientras el PSOE valora "positivamente" el encuentro, desde Sumar muestran su descontento e incluso amenazan con poner "en riesgo el acuerdo de investidura" si los socialistas mantienen su "inmovilismo" y "bloqueo" sobre los compromisos pactados. Los socios minoritarios exigen medidas inmediatas de regeneración para hacer frente a los casos de corrupción y acoso sexual, así como reformas sociales que respondan a las promesas del acuerdo de investidura como la prórroga de los alquileres o la prestación universal por crianza.
"Somos conscientes que este Gobierno se enfrenta a una élite judicial, económica y política", recoge el comunicado de Sumar, que advierte que la respuesta del PSOE no puede ser "bunkerizarse en Ferraz y la Moncloa y no responder a una ciudadanía que exige explicaciones y transformaciones". La advertencia subraya la creciente tensión entre los socios de Gobierno.
Avanzan que habrá una nueva reunión entre socios para concretar medidas de impulso, aunque aún no se ha fijado fecha, lo que podría aplazar el diálogo hasta después de Navidad, tal como pretendían los socialistas para que el tiempo ayude a calmar las aguas. "El PSOE tiene la oportunidad de relanzar la legislatura en todos los frentes, pero a día de hoy sigue sin aportar siquiera una propuesta alternativa a la que hemos presentado", sostienen los de Yolanda Díaz después de que el ministro Óscar López redujera a "diferencias puntuales" la crisis de Gobierno.
El encuentro, celebrado en el Congreso de los Diputados y de perfil bajo, sin la presencia de ministros, ha contado por el PSOE con la secretaria de organización, Rebeca Torró, y el secretario adjunto a Organización y Transparencia y Acción Democrática, Borja Cabezón. Por la parte de Sumar asistieron Lara Hernández, co-coordinadora general de Movimiento Sumar; Lidia Muñoz, secretaria de organización de Comuns; Eduardo Rubiño, miembro de la Ejecutiva de Más Madrid; y Eva García Sempere, responsable de organización federal de IU.
La cita refleja la creciente presión de los socios minoritarios para que el PSOE asuma responsabilidades políticas claras frente a los escándalos internos, y evidencia la dificultad de Pedro Sánchez de mantener la cohesión en un Gobierno de coalición después de que el propio presidente del Gobierno desvelara esta madrugada desde Bruselas que se vio con Yolanda Díaz a principios de semana y que no considera una deslealtad que la vicepresidenta segunda pidiese una "reformulación" del Gobierno.
En el PSOE siguen ninguneando a su socio minoritario del Gobierno, reiterando el mismo argumentario que han mantenido hasta ahora, pese a la entrada en prisión de sus dos últimos secretarios de organización, de la ‘fontanera’ del partido, y a los escándalos de acoso sexual que han salpicado a Moncloa y a filas socialistas. "La postura del PSOE ante cualquier indicio de corrupción es clara y firme: Tolerancia cero. Actuamos siempre con contundencia e inmediatez ante cualquier conducta que vaya en contra de los valores y principios que representan estas siglas. Lo hemos demostrado y lo seguiremos haciendo", han defendido fuentes socialistas. Sin embargo, la realidad es que, ante los escándalos, el Gobierno y el PSOE han optado por el "desconocimiento" como estrategia de defensa.

