sirviendo sobre la juventud española nos causan escalofrío, pena profunda. Hace unos
días fue que nuestro fracaso escolar está un punto por arriba del doble de la media
europea, 31% la nuestra, 15% la europea. Por si fuera poco hoy se conoce que casi la
cuarta parte, cerca del 25%, de nuestra juventud es nini, apelativo que acoge a los que
ni estudian ni trabajan. ¿Qué porcentaje de estas magnitudes está comprendido en
nuestra prima de riesgo?, ¿qué futuro de sometimiento y esclavitud espera a nuestra
España?. Esta forma de ser, esto de nini, no recuerdo que hubiera aflorado antes de la
última égida socialista. Me gustaría saber qué proporción de esta juventud fracasada está
en la órbita de las mentiras y falsedades de una izquierda en la que se fomenta la
vagancia, la alergia al esfuerzo, la explotación del otro en su favor y otras calamidades.