Últimamente, cada vez que leo o escucho la palabra 'dignidad', sospecho que algún obispo y/o alguna ministra socialista van a proponer prohibir algo...
El centrista vendría a ser un pragmático con principios, escéptico comprensivo, desconfiado innovador, negociador transaccional y patriota constitucional leal al Estado de Derecho.
No es descartable que la renovada confianza que los directivos de Agbar tienen en el Gobierno nacionalista-insurreccional sea una especie de seguro de permanencia en el negocio.