Aunque no parece que Ashcroft pueda ser rechazado en las audiencias en el Comité Judicial del Senado este martes, hay una gran expectación por oír las explicaciones que pueda dar a sus polémicas posturas políticas. El ex senador por Missouri, quien ha sido acusado de ultraconservador, cristiano fundamentalista e incluso de racista, se enfrenta a un examen muy duro.
En Estados Unidos, el fiscal general tiene ante sí la ingente tarea de hacer respetar las leyes y garantizar su aplicación, dirige a los fiscales federales repartidos por todo el país y además es jefe del director del FBI (policía federal). Bush ha insistido hasta la saciedad en que Ashcroft es un hombre de principios y aplicará las leyes al pie de la letra. Pero muchos dudan si el ex senador es el hombre idóneo para un cargo tan delicado.
En sus seis años como senador, Ashcroft se ha mostrado totalmente opuesto al aborto, al control de la venta de armas -incluidos los fusiles ametralladores- y a la acción afirmativa que ofrece prioridad a minorías y mujeres. También ha intentado reducir el alcance de las leyes antimonopolio, y se ha opuesto a las decisiones judiciales que, en las últimas décadas, rompieron la segregación racial en las escuelas.
Además, el ex senador logró bloquear el nombramiento de un negro, Ronnie White, para el cargo de juez federal, por motivos que aún no están muy claros, lo que le ha ganado acusaciones de racismo. "Sus creencias filosóficas e ideológicas son tan profundas que puede no aplicar las leyes a pesar de creer que lo está haciendo", ha declarado el senador demócrata Charles Schumer.
Los críticos más duros de Ashcroft recuerdan que fue derrotado para la reelección como senador por Misuri, en noviembre pasado, incluso a pesar de que su rival, Mel Carnahan, había muerto en un accidente aéreo pocas semanas antes. El escaño lo ocupará Jean Carnahan, la viuda del político.
En estas circunstancias, Bush, que con las designaciones de Ashcroft y la secretaria de Interior, Gale Norton, trató de contentar al ala derecha de su partido, afronta la primera prueba de fuego de un mandato que comienza el sábado. Ashcroft tendrá la ventaja de que, al ser un ex senador, sus ex compañeros le recibirán con un grado considerable de cortesía.

HA SIDO ACUSADO DE RACISTA
Polémica en EEUU por la confirmación de John Ashcroft como fiscal general
La confirmación de John Ashcroft como fiscal general de Estados Unidos dará comienzo a la primera gran batalla entre el presidente electo, George W. Bush, y el Partido Demócrata. Ashcroft, cuyos puntos de vista excesivamente conservadores han generado grandes controversias, será también una piedra de toque para el tipo de oposición que los demócratas piensan poner en marcha contra Bush y el Partido Republicano.
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