L. D. / Agencias.-
El almirante Viatcheslav Popov y el comandante Mijail Motsak han sido degradados “por faltas serias en la organización de las maniobras de la flota”, precisó el almirante Kuroiedov.
Por su parte, Putin pidió responsabilidades en una reunión con el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, el fiscal general, Vladímir Ustínov, el comandante en jefe de la Armada, Vladímir Kuroyédov, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Anatoli Kvashnín.
Tras ser informado de los resultados preliminares de la investigación del naufragio del “Kursk”, el número uno del Kremlin pidió propuestas que incluyan no sólo el relevo de algunos mandos de la Armada, sino también un plan para mejorar cualitativamente la situación en esa rama de las Fuerzas Armadas. Putin dijo que “de los materiales de la investigación no podemos afirmar que haya un vínculo de causa y efecto entre el trabajo de los mandos y la desgracia que se produjo, pero sí podemos evaluar la calidad de esa labor”.
El presidente ruso se refería a la organización de los ejercicios navales, en el curso de los cuales el 12 de agosto de 2000 el “Kursk” se fue a pique en el mar de Barent, y a las posteriores operaciones de rescate. Las destituciones no se hicieron esperar: un portavoz naval informó que almirante Viacheslav Popov y el vicealmirante Mijaíl Motsak, comandante en jefe y jefe del estado mayor, respectivamente, de la Flota de Norte, fueron relevados de sus cargos.
Putin dijo los resultados preliminares de la investigación del hundimiento del submarino más moderno de la Armada de Rusia “aún no dan respuesta a la pregunta de cuál fue la causa y qué fue lo que ocurrió”. Agregó que “continúan estudiándose todas las hipótesis, incluida la de una colisión de nuestro sumergible con un objeto submarino no identificado”. Sin embargo, el presidente ruso indicó que “hay que admitir que hasta el momento, pese al enorme trabajo realizado, no se han recabado datos objetivos que confirmen esa versión”.
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Por su parte, Putin pidió responsabilidades en una reunión con el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, el fiscal general, Vladímir Ustínov, el comandante en jefe de la Armada, Vladímir Kuroyédov, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Anatoli Kvashnín.
Tras ser informado de los resultados preliminares de la investigación del naufragio del “Kursk”, el número uno del Kremlin pidió propuestas que incluyan no sólo el relevo de algunos mandos de la Armada, sino también un plan para mejorar cualitativamente la situación en esa rama de las Fuerzas Armadas. Putin dijo que “de los materiales de la investigación no podemos afirmar que haya un vínculo de causa y efecto entre el trabajo de los mandos y la desgracia que se produjo, pero sí podemos evaluar la calidad de esa labor”.
El presidente ruso se refería a la organización de los ejercicios navales, en el curso de los cuales el 12 de agosto de 2000 el “Kursk” se fue a pique en el mar de Barent, y a las posteriores operaciones de rescate. Las destituciones no se hicieron esperar: un portavoz naval informó que almirante Viacheslav Popov y el vicealmirante Mijaíl Motsak, comandante en jefe y jefe del estado mayor, respectivamente, de la Flota de Norte, fueron relevados de sus cargos.
Putin dijo los resultados preliminares de la investigación del hundimiento del submarino más moderno de la Armada de Rusia “aún no dan respuesta a la pregunta de cuál fue la causa y qué fue lo que ocurrió”. Agregó que “continúan estudiándose todas las hipótesis, incluida la de una colisión de nuestro sumergible con un objeto submarino no identificado”. Sin embargo, el presidente ruso indicó que “hay que admitir que hasta el momento, pese al enorme trabajo realizado, no se han recabado datos objetivos que confirmen esa versión”.
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