LD (EFE)
Hidalgo, de 56 años, quien también fue embajador de Cuba ante las Naciones Unidas durante dos años, es uno de los desertores cubanos de mayor importancia política que han llegado a los EEUU. Pero su llegada como su desaparición son igual de misteriosas.
En su primera declaración a un periodista, a Rui Ferreira del diario El Nuevo Herald de Miami, Hidalgo dijo el sábado que había llegado el jueves en una balsa, con otras nueve personas, que se hundió "a escasos metros de las islas Marquesas", en la entrada del Golfo de México. Estas islas están a unas 20 millas de Cayo Hueso y no se sabe aún como Hidalgo y sus compañeros de viaje llegaron a los Cayos o, mas al norte aún, a Miami. Pero ni la Guardia Costera ni la Patrulla Fronteriza tienen informes de esa llegada ni han localizado la supuesta balsa.
Una de las pocas personas que lo vieron en Miami dijo que el ex funcionario cubano no tenía quemaduras de sol en la cara, algo que se espera tras una larga travesía marítima en balsa, pero sí llagas en los tobillos. Hidalgo fue a tocar a la puerta de la casa del escritor cubano Norberto Fuentes, gran amigo desde los tiempos en que ambos se codeaban con la cúspide del poder en Cuba en los años ochenta, especialmente con Raúl Castro. El exilio cubano en Miami ha visto su llegada a EEUU con desconfianza y cautela por experiencias pasadas de infiltrados y porque lo consideran demasiado comprometido con el régimen de Cuba, a pesar de las críticas que hizo tan pronto llegó a suelo estadounidense.
Por su parte, las emisoras en español de Miami se han ocupado continuamente de Hidalgo, con la mayoría de los comentarios negativos. "Yo no me fiaría nada de ese tipo, porque no habló mal del régimen cuando estaba en Cuba, como lo hacen los otros disidentes", se preguntó un oyente del programa "Ninoska a la una", de la emisora WQBA , la ex Cubanísima .
En su primera declaración a un periodista, a Rui Ferreira del diario El Nuevo Herald de Miami, Hidalgo dijo el sábado que había llegado el jueves en una balsa, con otras nueve personas, que se hundió "a escasos metros de las islas Marquesas", en la entrada del Golfo de México. Estas islas están a unas 20 millas de Cayo Hueso y no se sabe aún como Hidalgo y sus compañeros de viaje llegaron a los Cayos o, mas al norte aún, a Miami. Pero ni la Guardia Costera ni la Patrulla Fronteriza tienen informes de esa llegada ni han localizado la supuesta balsa.
Una de las pocas personas que lo vieron en Miami dijo que el ex funcionario cubano no tenía quemaduras de sol en la cara, algo que se espera tras una larga travesía marítima en balsa, pero sí llagas en los tobillos. Hidalgo fue a tocar a la puerta de la casa del escritor cubano Norberto Fuentes, gran amigo desde los tiempos en que ambos se codeaban con la cúspide del poder en Cuba en los años ochenta, especialmente con Raúl Castro. El exilio cubano en Miami ha visto su llegada a EEUU con desconfianza y cautela por experiencias pasadas de infiltrados y porque lo consideran demasiado comprometido con el régimen de Cuba, a pesar de las críticas que hizo tan pronto llegó a suelo estadounidense.
Por su parte, las emisoras en español de Miami se han ocupado continuamente de Hidalgo, con la mayoría de los comentarios negativos. "Yo no me fiaría nada de ese tipo, porque no habló mal del régimen cuando estaba en Cuba, como lo hacen los otros disidentes", se preguntó un oyente del programa "Ninoska a la una", de la emisora WQBA , la ex Cubanísima .