EEUU sigue conmocionada después del intento de asesinato a Donald Trump que acabó con el expresidente herido leve, un asistente al mitin muerto y dos heridos de gravedad.
El nombre del atacante es Thomas Mathew Crooks y tenía 20 años, una de las personas más jó venes en intentar un magnicidio desde que en 1981, otro joven trató de asesinar sin éxito a Ronald Reagan. Se trataba de John Hinckley y tenía 26 años.
Finalmente, segundos después de los disparos de Crooks, el Servicio Secreto norteamericano abatió al tirador, que en sus ocho disparos hirió a Trump, mató a uno de los asistentes al mitin y dejó malheridos a otros dos.
Este lunes, en declaraciones a Es La Mañana de Federico, el corresponsal de ABC en EEUU, David Alandete, mostraba su sorpresa por el hecho de que que los habitualmente severos controles de seguridad no hubieran detectado semejante amenaza.
En este sentido, se han sucedido las declaraciones de distintos testigos presenciales que afirman haber avisado de la presencia de un francotirador antes del mitin.
Según fuentes citadas por la CNN, Thomas Mathew Crooks, fue visto por las autoridades locales cerca de los detectores de metales de la Agencia de Seguridad del Transporte (TSA) apostados en la entrada al evento. Además, la Policía comunicó por radio que lo vigilarían y esa información también se pasó al Servicio Secreto.
La polémica llega porque no sólo la policía local vio a Crooks, sino que también alertaron a las autoridades distintos testigos presenciales que lo han contado a los medios de comunicación locales. La gente alertó a las autoridades que se encontraban en los alrededores que habían visto a un hombre armado en la azotea. Muy poco después sonaron los disparos, según dijeron testigos a los medios.
En el vehículo y en la residencia del tirador se encontraron explosivos, pero no se ha dado a conocer la potencia de estos. El FBI ha pedido la ayuda del público y ha abierto una línea especial para quien pudiera aportar alguna pista. Hasta el momento no se conocen cuáles fueron las motivaciones del joven y si era lo que se conoce como un 'lobo solitario' o contó con algún cómplice.
El Servicio Secreto de EEUU, (USSS, en inglés) encargado de la seguridad del exmandatario, ha sido cuestionado por su responsabilidad en el atentado.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU. ha citado a una audiencia el 22 de julio en donde tendrá que declarar la directora del USSS, Kimberly Cheattle, sobre las circunstancias que rodearon el ataque de Crooks y cómo un joven de 20 años y sin entrenamiento militar puso en jaque al país, y estuvo a punto de cometer un magnicidio en EE.UU