El todavía presidente decía: "Estados Unidos, os he dado lo mejor de mí. Me he equivocado muchas veces en mi carrera, pero os he dado lo mejor de mí". "Amo mi trabajo, sí, aunque amo aún más a mi país", era de nuevo la explicación que daba a su renuncia a la candidatura. Su esposa Jill ponía la nota sentimental. "Me he vuelto a enamorar de él", confesaba, al verlo escarbar en su interior y decidir apoyar a Kamala Harris.

