Mañana martes tendrán lugar las elecciones norteamericanas. La población de los Estados Unidos podrá acudir a sus colegios electorales para votar por su presidente. En este caso, Kamala Harris sustituirá a Joe Biden como candidata por el Partido Demócrata. En el Partido Republicano seguirá siendo Donald Trump quien aspire a la presidencia.
Es sabido por todos la complejidad del sistema electoral estadounidense, que nada tiene que ver con el español, por ejemplo. Tanto es así que, incluso el candidato que obtenga menos votos puede llegar a gobernar la Casa Blanca. Aunque eso también sucedió en España en las últimas elecciones.
¿Cómo funciona el sistema electoral?
En Estados Unidos, esto se debe a que los votos de los estados no tienen el mismo valor. Por ello, se dice que algunos estados son clave para el gobierno y que ganar en esas regiones otorga un alto porcentaje de posibilidades de alzarse como presidente.
Estos estados bisagra o "swing states" serán decisivos para el resultado final de las elecciones del 5 de noviembre. El color o partido elegido por cada estado tendrá un gran peso al hacer el conteo, ya que, antes de que se emitan los votos, se tiene más o menos claro hacia dónde se inclinará la mayoría de los estados.
Son 538 los "grandes electores" encargados de representar a los estados en función del número de congresistas, lo cual depende de la población de cada estado. Por ejemplo, California contará con 54 votos, mientras que Wyoming y Alaska solo tienen 3 votos cada uno.
Otra particularidad a tener en cuenta es que, en la gran mayoría de los estados, el ganador del voto popular se lleva todos los votos electorales. Esto es conocido como "winner takes all", es decir, el ganador se lo lleva todo. Solo hay dos excepciones a esta regla: Nebraska y Maine.
En total, son 51 estados los que votan en las elecciones, siendo California – 54 electores— , Texas – 40— , Florida – 30— y Nueva York – 28— considerados "estados gigantes" por su tamaño y, por lo tanto, por su mayor peso.
Los estados clave
De igual forma, estos grandes estados no deben ser confundidos con los "swing states", también conocidos como estados clave, donde los resultados son imprevisibles y serán los que decidan la victoria. Estos suelen ser tradicionalmente Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada. A veces se incluye a Ohio y Florida, ya que los resultados suelen ser muy ajustados.
Estos primeros siete "swing states" representan 93 votos y serán casi con seguridad los que decidan quién llegará a la presidencia en Washington D.C. Por un lado, las encuestas y las tendencias históricas sugieren que el Partido Republicano de Trump obtendrá en torno a 219 votos electorales, a 51 de la mayoría. Por su parte, en el Partido Demócrata se estiman unos 226 votos electorales, a 44 de la mayoría.
Por eso mismo, los votos de estos "swing states" son clave para el resultado final de las elecciones y serán los que realmente decidan si Donald Trump, por el Partido Republicano, o Kamala Harris, por el Partido Demócrata, llega a la Casa Blanca.