Los tres gigantes del sector automovilístico han confirmado su compromiso de donar un millón de dólares (aproximadamente 961.450 euros) cada uno para la ceremonia de investidura que tendrá lugar el 20 de enero. Además, Ford y General Motors han declarado que pondrán a disposición de la nueva administración flotas de vehículos propios para facilitar la movilidad durante los actos oficiales.
En este contexto, marcado por la tensión internacional ante posibles nuevas políticas comerciales, las empresas automotrices buscan acercarse al nuevo Gobierno. Pues Trump, ha señalado su intención de proteger los productos fabricados en Estados Unidos, incluyendo aranceles del 25% sobre las importaciones de bienes procedentes de México y Canadá.
Apoyo y expectativas en la industria automovilística
Jim Farley, director ejecutivo de Ford, expresó optimismo sobre el futuro político del país, destacando la disposición de Trump para dialogar sobre las perspectivas del sector. Según Farley, "el perfil de empleo de Ford y su relevancia para la economía e industria estadounidense" aseguran un interés gubernamental en las opiniones de la compañía.
Mary Barra, directora ejecutiva de General Motors, también mostró un "optimismo cauteloso", afirmando que la compañía y el nuevo presidente están alineados en objetivos clave.
Toyota, por su parte, reafirmó su compromiso con el mercado estadounidense. En un comunicado, Toyota Motor Norteamérica declaró que participar en la ceremonia de investidura refleja su "creciente presencia en Estados Unidos".
Implicaciones económicas y tecnológicas
El sector automovilístico enfrenta retos significativos si los planes de aranceles de Trump se implementan. A día de hoy, ningún automóvil puede considerarse completamente fabricado en Estados Unidos, ya que la industria depende de cadenas de suministro globales. Las normativas actuales contabilizan piezas fabricadas en Canadá y EE.UU. como contenido nacional, pero incluso con esta definición, ningún vehículo supera el 75% de componentes estadounidenses.
Un aumento en los aranceles podría elevar considerablemente los precios de los vehículos, afectando tanto a fabricantes como a consumidores. Además, el equipo de transición de Trump planea flexibilizar las normativas federales sobre vehículos autónomos, lo que podría marcar un cambio significativo para la industria.
Aumenta el respaldo empresarial a la investidura
Toyota, Ford y General Motors no son las únicas compañías en anunciar una donación de un millón de dólares. Empresas como Amazon y el multimillonario Ken Griffin también han aportado sumas significativas, mientras que la firma de criptomonedas Ripple contribuyó con 5 millones de dólares en su moneda digital, XRP.
Estas donaciones reflejan la búsqueda de apoyo y diálogo entre las grandes empresas y la nueva administración, en un momento clave para la política económica y comercial de Estados Unidos.