En medio de la creciente preocupación por la guerra en Ucrania, Europa ha reclamado un lugar fundamental en la futura mesa de negociación para la paz, tras lo que consideran un ninguneo por parte de Estados Unidos. Líderes europeos han subrayado que la seguridad del continente está igualmente en juego, y su participación en cualquier acuerdo de paz es crucial para garantizar la estabilidad en la región.
Sin embargo, la cuestión central en este proceso parece ser el papel que jugará Ucrania. El presidente Volodímir Zelenski ha dejado claro que no aceptará imposiciones externas y teme que, con la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, se puedan hacer concesiones a Rusia sin condiciones previas. Zelenski está especialmente preocupado por un enfoque en el que Ucrania sea forzada a ceder ante Putin, incluso antes de comenzar las negociaciones.
En su debut en una cumbre de la OTAN, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha reafirmado la postura de Trump, destacando que su principal objetivo es poner fin a la guerra a través de un enfoque diplomático. "Debemos hacer que la OTAN vuelva a ser grande", ha insistido, en referencia al lema de la campaña de Trump. Hegseth también ha señalado que los países aliados deben hacer mucho más, especialmente en cuanto a aumentar su gasto en Defensa, subrayando que Estados Unidos debe concentrarse en el desafío que representa China. En el caso de España, por ejemplo, el gasto en Defensa debería multiplicarse por cinco, ya que actualmente no alcanza el 2% del PIB.