
La juez de izquierdas Susan Crawford, que contaba con el respaldo explícito del Partido Demócrata, se ha impuesto este martes en las elecciones al Tribunal Supremo de Wisconsin. La contienda se ha convertido en la más cara de la historia judicial de Estados Unidos, superando los 90 millones de dólares de gasto y pulverizando el récord anterior de 51 millones establecido en 2023. Crawford derrotó al candidato apoyado por los republicanos, Brad Schimel.
Aunque sin mencionarlo directamente, Crawford celebró su victoria como un triunfo frente al "hombre más rico del mundo", en alusión a Elon Musk, que ha invertido millones en apoyar a Schimel y ha advertido durante las últimas semanas de la importancia de estas elecciones. "Cuando era niña [...] nunca pensé que me enfrentaría al hombre más rico del mundo por la justicia en Wisconsin, ¡y ganamos!", exclamó. También agradeció la llamada de Schimel reconociendo la derrota, destacando su "amabilidad".
Sin embargo, lo cierto es que pese al apoyo de Musk los demócratas han gastado más dinero que los republicanos durante esta campaña, como suele ser habitual, gracias entre otros a donantes como George Soros (2 millones) y JB Pritzker (1,5 millones). Según datos de AdImpact, los demócratas habían gastado en anuncios 40 millones frente a los 33 de los republicanos a fecha de 28 de marzo.
Con esta victoria, Crawford asegura un mandato de diez años en el alto tribunal y preserva la mayoría de izquierdas (4-3) en el Supremo de Wisconsin, un estado políticamente dividido con un gobernador demócrata y una Cámara de Representantes controlada por los republicanos. La composición del tribunal es clave para futuras decisiones sobre legislación estatal, especialmente el dibujo de los distritos electorales.
Elecciones clave para futuras elecciones
Susan Crawford y los demócratas hicieron del gerrymandering una causa para motivar a sus votantes. Con esta victoria, se espera que antes de las próximas elecciones, el Tribunal Supremo de Wisconsin anule los actuales mapas que dividen el estado en distintos distritos electorales. Los actuales favorecen desproporcionadamente a los republicanos, que ganaron los ocho distritos con un resultado de seis a dos, pese a ser un estado bisagra. Está por ver si el cambio será para lograr un resultado más acorde con la división casi al 50% de los votos o si aprovecharán para volcar la balanza al lado opuesto. En todo caso, su victoria hará más fácil que los demócratas recuperen el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de 2026.
En la misma jornada electoral, los votantes de Wisconsin aprobaron de forma abrumadora un referéndum impulsado por el Partido Republicano para consagrar el requisito de identificación de votantes en la Constitución estatal, una medida de sentido común que en Estados Unidos sólo defienden los republicanos. En el futuro, los votantes deberán mostrar un carnet con foto para poder votar, algo que increíblemente no es un requisito obligatorio en muchos estados, especialmente los que cuentan con mayoría demócrata.
En 2031 se tendrán que actualizar de nuevo los mapas electorales después de que se realice un nuevo censo, en el que se prevé, de continuar las actuales circunstancias, que pierda uno de sus ocho escaños en la Cámara de Representantes. Esta proyección se deriva de su crecimiento poblacional relativamente lento en comparación con otros estados, especialmente aquellos en el sur y el oeste del país, como Texas, Florida y Arizona, que están experimentando un aumento significativo de población debido a la migración interna desde estados de mayoría demócrata.


