1) Dice Hegel sobre los "grandes individuos" en sus Lecciones de la Filosofía de la Historia: "la misión de tales hombres era intuir (...) el próximo y necesario eslabón de su mundo, proponérselo como fin y empeñar en él toda su energía (...) las figuras de la historia universal, por tanto, y los héroes, se reconocen en que son intuitivos; sus actos y sus palabras son lo mejor de su época." ¿Qué obamita fervoroso no reconocería en estas palabras las razones de su rendida adoración al bebé mesiánico? ¿Cuál de ellos no defiende la idea de que Obama no necesita experiencia en política, ya que tiene la intuición y el instinto necesarios, his heart in the right place como dicen los americanos? Fareed Zakaria decía hace una semana en Newsweek que Obama estaba "haciendo fuerza para redefinir los parámetros de la comfort zone del país. Eso es liderazgo." Este liderazgo, ¿no es lo mismo que la intuición mesiánica de Hegel, la idea de que el gran héroe intuye el "próximo y necesario eslabón de la historia universal" independientemente de que los demás estén de acuerdo? Se preguntará el obamita que qué tiene de malo coincidir con la visión histórica de Hegel; y hará oídos sordos cuando se le comente que es precisamente esta visión la que llevó a Alemania al estatismo anti-liberal que tantos desastres causó durante el siglo XX.
2) Dice Colin Powell que una de las razones por las que apoya a Obama es porque le da miedo el "tono negativo" de la derecha; sobre todo, las acusaciones que se lanzan de que Obama es musulmán. Qué pasa, ¿no vio el vídeo del mitin en que McCain defendió a Obama, a riesgo de ser abucheado por sus propios partidarios? Y ya puestos, ¿no le molesta lo más mínimo que la izquierda se tirara un fin de semana entero jurando que el hijo de Sarah Palin era en realidad su nieto, y metiéndose con la adolescente Bristol Palin? ¿No le molesta que Obama hiciera un anuncio distorsionando unas declaraciones de Rush Limbaugh y, no contento con eso, dijera que Limbaugh es "uno de los amigos" de McCain (cuando el conocido periodista radiofónico es uno de los críticos más duros de McCain en la derecha)?
3) ¿Y si el cambio ya ha sucedido? Hace unas semanas, el gobierno estadounidense aprobó el mayor rescate financiero de la historia, y una intervención gubernamental en la economía sin precedentes en el que suponía el último bastión del liberalismo. Da igual quién gane en noviembre: la maquinaria ya está en marcha para aparcar el libre mercado durante al menos unos cuantos años; ¿y quién sabe si de manera permanente? Tardaron los americanos cincuenta años en quitarse de encima la mayoría de los vestigios del New Deal. Y no nos hagamos ilusiones con respecto a una posible victoria de McCain: él apoyó el rescate desde el principio. Puede que con la pirotecnia de las elecciones no nos hayamos dado cuenta de que el tan cacareado "cambio" se efectuó bajo nuestros propios ojos hace un par de semanas.
4) ¿Significa la relativa facilidad (a pesar de las reticencias de parte de la población y de bastantes congresistas republicanos) con que se aprobó el rescate financiero que Estados Unidos ha perdido la fe en el liberalismo? A primera vista puede parecer que sí: pero es posible que, al nivel sociológico, el liberalismo político haya sido separado del liberalismo económico. Esto es: puede que los norteamericanos no vean imposible sacrificar el libre mercado y retener los valores éticos y políticos del liberalismo. Es una tenue esperanza, y ya nos advirtieron Hayek y otros de que esta mentalidad suponía el principio del fin; pero es de lo poco que nos queda a estas alturas.
5) Los medios pro-Obama proclamaron a bombo y platillo ayer que Palin está enfrentada con los asesores de McCain. Según estos medios (sobre todo, la CNN), Palin estaría cabreada con los que intentaron "esconderla" de los periodistas después de su nominación a la vicepresidencia; también le cabrea que no le dejen "ser ella" y que le obliguen a hacer de centrista un día y quintaesencia del conservadurismo otro. Miembros de la campaña de McCain habrían alegado que la Palin es una "diva" e incluso que está intentando distanciarse de McCain con vistas al 2012 y a sus propias ambiciones. Normalmente habríamos achacado esta información al favoritismo Demócrata de casi todos los medios (y sin duda de la CNN); pero la verdad es que hace algunas semanas que no sabemos muy bien de qué va la Palin. Aparte de sus buenas actuaciones en la Convención Republicana y en el debate con Biden, en todas las entrevistas se la ve como un robot al que le han dado cuerda: como si ni ella misma supiera qué mensaje o qué imagen está intentando transmitir. El caso: que ya no sabemos por dónde coger a esta chica a la que creíamos conocer antes incluso de escucharla.
6) La supuesta rebeldía de la Palin también presenta una cuestión interesante: ¿debería enfocar la campaña de McCain por el "back to basics" de Reagan (y Palin) o por el compromiso centrista que parece el signo de los tiempos, el mismo que le consiguió a Tony Blair diez años en el poder? Es difícil saber si alguno de los dos le ayudaría a vencer cuando tiene tantos factores en contra; y sería interesante ver qué opinan nuestros lectores al respecto. Lo cierto es que en caso de una victoria obamita el 4 de noviembre, pueden estar seguros de que el 5 ya le estarán echando a McCain en cara no haber sido lo suficientemente conservador, ni lo suficientemente centrista.