Día de la Victoria en Chisinau (¿próxima víctima de Putin?)
Marcel Gascón Barberá
A Karol Wojtyla le encantaba estar con sus amigos, hacer deporte y excursiones por la naturaleza. Ser elegido Papa no impidió que mantuviese su amistad con sus compañeros polacos.
Wojtyla era un sacerdote muy vigoroso y muy amante de los deportes.
El 16 de octubre de 1978 tras dos días de votaciones en un Cónclave, los cardenales eligieron al polaco Karol Wojtyla como sucesor de Pedro.
Otra de las imágenes más míticas de Juan Pablo II se produjo en Nicaragua cuando nada más bajar del avión dio una reprimenda pública a un sacerdote que era ministro de Cultura del gobierno sandinista.
Mientras saludaba a los fieles, la pistola de Ali Agca asoma entre la multitud con el objetivo de acabar con la vida de Juan Pablo II.
Varios miembros de seguridad y el secretario del Papa le sujetan instantes después de ser tiroteado por Ali Agca en Roma el 13 de mayo de 1981.
Juan Pablo II en el hospital tras el atentado que sufrió. Desde entonces su salud ya no volvió a ser la misma.
Juan Pablo II quiso acudir a la prisión en la que se encontraba el turco Ali Agca donde le perdonó por intentar asesinarle en la Plaza de San Pedro.
Juan Pablo II abraza a Lech Walesa, líder del sindicato Solidaridad, que inició el germen que acabó con el comunismo en Polonia. Walesa siempre reconoció el papel clave de Wojtyla para provocar el hundimiento del socialismo soviético.
Juan Pablo II era un enamorado de los niños y no dudaba en bromear con ellos. Aquí saluda con afecto a un pequeño enfermo en el hospital.
Juan Pablo II disfrutaba cuando acudía a actos en los que los protagonistas eran los niños. En la foto se ve el cariño que les tenía.
Era tradicional que el Papa polaco besara la tierra que pisaba en sus viajes. Así besaba el suelo de Madrid en su primera visita como Pontífice a España en 1982.
Juan Pablo II quiso despedirse de España, país al que siempre tuvo gran aprecio, y viajó a España en 2003 donde celebró una multitudinaria vigilia en el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid.
Jóvenes españoles saludan al Papa en el último viaje de Juan Pablo II a España en 2003.
Uno de los sueños de Juan Pablo II era viajar a Israel. Lo consiguió en el Jubileo del 2000. Miles de jóvenes acompañaron al Pontífice en el Monte de las Bienaventuranzas, a los pies del mar de Galilea.
El Papa Wojtyla acercó mucho las posturas entre católicos y judios, a los que llamaba "hermanos mayores en la fe". En el 2000 pudo por fin rezar en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.
Juan Pablo II viajó en numerosas ocasiones a África. En esta imagen abraza con cariño a una pequeña.
Juan Pablo II no dudó en ataviarse como un peregrino más para ganar el Jubileo en Santiago.
En su primera visita a España, Juan Pablo II, como un peregrino más, abrazó al Apóstol Santiago.
Juntas dos de las figuras más relevantes del siglo XX y no sólo en el aspecto religioso. Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta se tenían un gran afecto mutuo.
Una de las cualidades más destacadas del Pontífice era su buen humor. En la imagen bromea con un grupo de jóvenes.
El Papa no puede evitar la risa ante la actuación en San Pedro de un payaso español.
El presidente de la URSS le definió así: "en pocas palabras: estamos ante una excepcional personalidad, pues de este hombre emana una energía que hace sentir una honda sensación de confianza hacia él. En la Historia de Europa se ha producido un viraje produndísimo y Juan Pablo II ha jugado un papel decisivo".
Juan Pablo II saluda a los fieles quitándose el capelo.
En cuanto podía Juan Pablo II se escapaba a la montaña donde disfrutaba de largos paseos.
Ésta es una de las imágenes más populares durante el Pontificado de Juan Pablo II. Un ya mayor Pontífice se apoya en el báculo, coronado por el crucifijo que solía utilizar.
El Viernes Santo de 2004 en el Coliseo de Roma, Juan Pablo II entrega la cruz al cardenal Ratzinger, ahora Benedicto XVI. El que fuera prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe fue el más fiel colaborador de Juan Pablo II.
El 2 de abril de 2005 Juan Pablo II falleció en su habitación. Mandatarios de todo el mundo acudieron a San Pedro al entierro, entre ellos los Reyes de España y parte del Gobierno y la oposición.
Cientos de miles de personas acudieron a despedir al Papa en San Pedro en un funeral presidido por el entonces cardenal Ratzinger.