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El empuje de los norteamericanos, contra el tradicional poder de los italianos

Italia y Norteamérica presentan varios candidatos de perfiles diversos. Tienen la clave para la elección del que sea el sucesor de Benedicto XVI.

Italia y Norteamérica presentan varios candidatos de perfiles diversos. Tienen la clave para la elección del que sea el sucesor de Benedicto XVI.
'Papables' italianos vs norteamericanos

A partir del 28 de febrero se iniciará de manera formal la sucesión de Benedicto XVI, una vez que esté ya la sede vacante. En ese momento se elegirá al que deba dirigir la Iglesia Católica, universal. Sin embargo, el Papa ya ha advertido de las "rivalidades" en la Iglesia. Algo que se puede traducir como un sencillo y a la vez contundente mensaje de Benedicto XVI, muy a su estilo. Deben dar ejemplo ante el mundo, que en este mes hasta que sea elegido el Papa mirará de manera constante a Roma.

Bien es sabido que el que entra como Papa en el Cónclave sale como cardenal. Los favoritos pocas veces son los elegidos. Son muchos los factores a tener en cuenta y muchos de ellos imprevisibles. Pero lo que sí se puede analizar, a priori, son las fuerzas existentes en el colegio cardenalicio y que tienen derecho a voto, es decir, los menores de 80 años.

Tal y como ya informó Libertad Digital, el papel de norteamericanos e italianos será clave en este cónclave. Lo que hagan o dejen de hacer tendrá consecuencias en la elección del nuevo Papa. En estos dos grupos están con claridad algunos de los principales papables.

En general los norteamericanos representan una nueva línea de pastores sin complejos. Firmes en la doctrina pero muy a la última en la comunicación, tanto en el tú a tú como en los medios de comunicación. No tienen ningún miedo al debate, es más lo buscan. La fe hay que defenderla y explicarla. Además, son pioneros en la nueva evangelización y están sabiendo responder con firmeza y argumentos ante los ataques de una administración hostil, como la de Obama. Sin duda, tendrán un papel importante en el Cónclave. Votarán once estadounidenses y tres canadienses.

Por otro lado están los italianos, los más numerosos con diferencia. Hasta 28 tienen derecho a participar en el Cónclave. Si lograsen ponerse de acuerdo sería prácticamente imposible que no saliera su candidato. Pero este acuerdo se torna más que complicado puesto que si algo se ha puesto de manifiesto en los últimos tiempos y en escándalos como el Vatileaks es su división. Por un lado está el ala de Bertone y por otra la de Sodano, secretario de Estado con Juan Pablo II, cuyo sector lidera Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.

Esto no quita para que entre ellos sobresalgan algunos como claros favoritos en las apuestas. Su trabajo para aglutinar votos de italianos y de otros europeos se torna clave para saber de la posibilidad real de que vuelva a la cátedra de Pedro un italiano. En este caso el perfil de los más papables italianos es algo más diferente al de los norteamericanos. Cumplen un perfil más clásico y de tendencia más intelectual.

El empuje de Norteamérica

Una de las características de los cardenales norteamericanos más papables ha sido su respuesta contundente en el caso de los abusos sexuales, barriendo las Diócesis. Pero además, pueden contar con la simpatía de los cardenales iberoamericanos, que de no prosperar una candidatura propia podrían optar por buscar un pontífice americano. Además, dos de ellos, Marc Ouellet y Sean O´Malley tienen un gran vínculo con Hispanoamerica, lo que les hace tener más puntos a su favor. Una candidatura americana podría tener muchas posibilidades.

-Marc Ouellet- El gran favorito en todas las encuestas. Este canadiense cumple todos los perfiles posibles para ser candidato: gran intelectual, peso pesado en el Vaticano, experiencia pastoral en una Diócesis tan complicada como la de Quebec y dominio de un gran número de lenguas. Además, fue misionero durante años en Latinoamérica, lo que le da un gran conocimiento de todo el continente. Natural del norte, su corazón está en el Sur. Puede ser el candidato del continente.

El prefecto para la Congregación de Obispos tiene además 68 años. Ni muy mayor ni muy joven, ante el miedo también que hay de elegir un Pontificado demasiado largo. Su estancia en Colombia durante años, donde fue hasta rector de varios Seminarios le da un plus. Francófonos, estadounidenses, latinoamericanos y curiales podrían optar por él.

- Timothy Michael Dolan- Si algo se puede destacar de este estadounidense de 62 años es su carisma. El arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos es claro y directo. Con gran conexión con la gente, se maneja como pez en el agua en los medios de comunicación. Columnista en The New York Times, no ha dudado en corregir y censurar al diario desde el propio diario. Ha liderado la oposición frente a Obama y responde a las dudas de los fieles de manera muy cercana, ya sea en persona o con su blog.

Doctrinalmente muy seguro no rehúye nunca el debate y la polémica. Su ventaja es su gran vitalidad y su punto fuerte puede ser que la Iglesia opte por seguir este perfil. Además, es de los más jóvenes del colegio cardenalicio y si apuestan por un Pontificado largo es un firme candidato. Su edad puede ser su ventaja y también su lastre. Es actualmente uno de los valores más al alza en la Iglesia. Libertad Digital ya publicó una curiosa anécdota de este cardenal que define tal cual a este norteamericano.

- Sean O´Malley- El gran tapado de los candidatos norteamericanos. Este fraile capuchino de origen irlandés es el arzobispo de Boston destaca también por su gran carisma y por la simpatía que despierta entre sus compañeros. Es el mayor y mejor ejemplo en la lucha contra la pederastia. Juan Pablo II y Benedicto XVI le enviaron a las diócesis con mayores escándalos donde no le tembló la mano hasta llegar a Boston, donde el escándalo fue mayúsculo.

Muy cercano a los fieles y a los medios de comunicación, ha dedicado también buena parte de su ministerio a la atención de los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos. A sus 69 años podría tener el apoyo de los cardenales del continente. Además, habla a la perfección varios idiomas.

Otros cardenales estadounidenses que aparecen en las quinielas son los cardenales Burke y Wuerl. El primero es muy querido por los sectores más tradicionalistas de la Iglesia mientras que el segundo, arzobispo de Washington es tan discreto en su labor como eficaz.

La todopoderosa maquinaria italiana

La capacidad que tengan los italianos para estar unidos será la clave para ver a alguno de los numerosos italianos como Papa. Son mayoría en la Curia y tienen un papel de gran influencia. La clave será conseguir que los europeos no italianos apoyen a sus candidatos.

-Angelo Scola- El gran candidato junto a Ouellet. Su perfil se asemeja mucho al de Ratzinger. Si se quiere continuidad sería uno de los favoritos. Además, ser Arzobispo de Milán y anterior Patriarca de Venecia le colocan en la primera fila de salida. Tiene 71 años.

Intelectual reconocido por todos es de la escuela ratzingerana y con gran experiencia docente, además tiene un carácter afable. Cercano a Comunión y Liberación es un gran partidario del debate entre fe y razón y de la importancia del cristianismo en la cultura.

- Angelo Bagnasco- Es el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Génova. Con 70 años es uno de los cardenales con más influencia entre los italianos. Sin embargo, es de una línea opuesta al actual secretario de Estado, Tarcisio Bertone.

También de marcado carácter docente e intelectual fue profesor de Ateismo Contemporaneo y con su cargo se ha podido demostrar su firmeza contra Silvio Berlusconi. Las luchas internas pueden ser su gran hándicap.

-Gianfranco Ravasi- Con 70 años es el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura. Es un reputado exégeta de la Escritura y más que el apoyo de sus compañeros italianos podría conseguir la adhesión de los cardenales considerados del ala "progresista". Su única experiencia en docencia y la Curia le pueden restar posibilidades.

Otros candidatos italianos que aparecen en las quinielas son Mauro Piacenza, prefecto de la Congregación para el Clero; Angelo Amato, prefecto de la Congregación para el Clero; Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles.

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