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EEUU apoya la adhesión de Finlandia a la OTAN tras la amenaza "militar" de Rusia

Moscú ha advertido al país nórdico de que habrá "represalias" si entra a formar parte del "bloque hostil".

Moscú ha advertido al país nórdico de que habrá "represalias" si entra a formar parte del "bloque hostil".
Vladimir Putin preside una reunión -a través de videoconferencia- desde el Kremlin. | EFE

Rusia no ha tardado en responder a la anuncio de Helsinki, que este jueves ha roto su neutralidad y ha expresado su apoyo a la entrada de su país en la OTAN, precisamente con el objetivo de fortalecer su seguridad. La amenaza rusa se cierne sobre los finlandeses desde que acabó la Segunda Guerra Mundial y -con la invasión de Ucrania- Vladimir Putin les ha empujado a abrazar la Alianza Atlántica.

A juicio de Moscú, la adhesión de su país vecino a la organización pone en peligro "la seguridad de su territorio" y hará lo que sea necesario para "detener las amenazas a ese respeto". Esos son los términos en los que se ha expresado el Ministerio de Exteriores de Rusia, al que no le ha temblado el pulso a la hora de amenazar a Finlandia con "represalias de carácter militar-técnico y de otro tipo" si se materializa su unión a la OTAN.

Lo ha hecho a través de un comunicado en el que advierte a Helsinki de que este movimiento "causará graves daños a las relaciones bilaterales". "Debe ser consciente de la responsabilidad y las consecuencias de tal paso", insiste Moscú, convencida de que el objetivo de la OTAN es "proseguir su ampliación hacia las fronteras de Rusia" y "crear un nuevo flanco de amenaza militar para nuestro país".

Según indica el texto, el ingreso de Finlandia en la Alianza Atlántica "será una violación directa de las obligaciones legales internacionales". En concreto, menciona "el Tratado de Paz de París de 1947, que establece la obligación de las partes de no entrar en alianzas ni participar en coaliciones contra uno de ellos". Precisamente este miércoles, Finlandia dejaba claro que su posible adhesión a la organización no iba dirigida "contra nadie".

Aunque -eso sí- el presidente finlandés, Sauli Niinisto, dejaba caer que su país se había visto forzado a dar este paso por la actitud adoptada por Putin, acometiendo una invasión injustificada a un país vecino. "Nadie puede ofenderse si alguien (un país) quiere defenderse", dijo el presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, que se reunió con Boris Johnson, para firmar un acuerdo de "protección mutua" con Reino Unido.

Rusia presiona con más amenazas

Por si el comunicado no hubiera sido suficiente, el representante adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitri Polianski, reforzaba la posición de su país en los mismos términos, apenas unas horas mas tarde. "Si aparecen unidades de la OTAN en estos territorios (Suecia y Finlandia), estos pueden convertirse en un objetivo, o en un objetivo potencial, para un ataque", ha señalado.

En una entrevista para el medio británico UnHeard News, no ha dudado en advertir de que Estocolmo y Helsinki deben ser conscientes de que en el momento en que ambas naciones se adhieran a la Alianza Atlántica, Rusia responderá "con medidas espejo". Según recoge la agencia rusa TASS, Polianski ha señalado que "la OTAN es muy hostil con nosotros" y que señaló a Rusia como "un enemigo". Lo que significa que Finlandia y Suecia pasarán de ser países neutrales a formar "parte integral de un bloque hostil", con los "riesgos" que conlleva.

El representante ruso ante la ONU ha aprovechado la ocasión para dejar claro a Suecia, algo más rezagada en la carrera hacia la OTAN, que la respuesta será la misma si llega a la meta. Además, ha mostrado su incomprensión ante la postura de ambas naciones, ya que "durante décadas" los tres países "vivieron tranquilamente" siendo vecinos. No menciona -sin embargo- la inestabilidad o temores que han causado en las naciones cercanas los movimientos de Rusia de los últimos años, que han acabado con la cruenta invasión que estamos viendo en Ucrania, ordenada por Putin el pasado 24 de febrero.

Muestras de apoyo

Los 30 países miembros de la OTAN deberán ratificar la membresía de Suecia y Finlandia, si ambas naciones formalizan su petición de adhesión, como se prevé ocurrirá durante la cumbre que acogerá Madrid en junio. Esto puede alargar unos cuantos meses su entrada en la Alianza Atlántica.

De ahí la importancia del apoyo expreso realizado por otras naciones. Francia, por ejemplo, ha respaldado la decisión del Gobierno de Finlandia, que rompe con más de ocho décadas de no alineamiento. El Elíseo ha apuntado que el presidente francés, Emmanuel Macron, así se lo ha comunicado a su homólogo finlandés.

Pero, sin duda, todas las miradas estaban puestas en EEUU, que se ha posicionado rápidamente del lado del país nórdico. Incluso ha asegurado este jueves que su inclusión contribuiría a la seguridad de los estadounidenses. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha confirmado que "Estados Unidos apoyaría una solicitud de entrar en la OTAN de Finlandia y Suecia".

Según ha indicado, ambos países son "aliados estrechos y valiosos en materia de defensa" de Estados Unidos, y que reforzar la Alianza Atlántica es algo que está en el interés de Washington. "Si deciden unirse a nosotros, es algo que debería dar tranquilidad al pueblo estadounidense respecto a nuestros propios intereses", ha destacado.

La portavoz de la Casa Blanca ha señalado que, "sin ser miembros de la OTAN", los Ejércitos de las tres naciones "han trabajado juntos durante muchos años". "Estamos seguros de que podemos encontrar formas de trabajar con ellos, abordar cualquier inquietud que pueda tener cualquiera de los países, sobre el período actual o lo que sea necesario si se unieran".

No obstante, ha recalcado que la OTAN es "una alianza defensiva" y no "ofensiva". "No hay intención agresiva de la OTAN, de Estados Unidos, de Finlandia o Suecia (obviamente, pueden hablar por sí mismos) hacia Rusia", ha sentenciado, Vladimir Putin "ha causado" esta situación.

Ya en el mes de marzo, el propio presidente estadounidense, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca a Niinistö. Fue poco después de que el país nórdico, que comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, rompiera su tradicional postura de neutralidad y enviara armamento a Ucrania ante una invasión rusa que ha puesto patas arriba a la comunidad internacional.

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