Flanqueado por los diputados conservadores, personal de Downing Street y su propia mujer, Carrie, con una de sus hijas en brazos, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha dimitido tras el aluvión de renuncias en su Ejecutivo. Sin embargo, permanecerá en el cargo hasta otoño, cuando el partido torie elija a su sucesor.
"Está claro que la voluntad del Partido Conservador en el Parlamento es que debería haber un nuevo líder del partido y por tanto un nuevo primer ministro", ha señalado este jueves en un mensaje a la nación a las puertas del 10 de Downing Street. "El proceso de elección del nuevo líder debe comenzar ahora y el cronograma se anunciará la próxima semana. Hoy he designado un gabinete para seguir sirviendo, como lo haré hasta que haya un nuevo líder en mi lugar", ha señalado Johnson.
También ha explicado los motivos por los que ha "luchado tanto" en los últimos días para continuar siendo el primer ministro: "No solo porque quería hacerlo, sino porque sentía que era mi trabajo, mi deber, mi obligación para con ustedes, continuar haciendo lo que prometimos en 2019".
"El instinto de rebaño es poderoso"
Johnson ha reconocido que intentó convencer a su Gobierno de que sería "extraño" dejar ahora el poder y lamentó haber "fracasado" en sus argumentos. "En los últimos días he tratado de persuadir a mis colegas de que sería excéntrico cambiar de gobierno cuando estamos dando tanto, cuando tenemos un mandato vasto por delante y cuando en realidad estamos solo un puñado de puntos por detrás en las encuestas y la escena económica es tan difícil. Lamento no haber tenido éxito".
"Es doloroso que no sean capaces de ver, con tantas ideas y proyectos. Pero como hemos visto en Westminster, el instinto de rebaño es poderoso y divertido cuando la manada se mueve". Y ha añadido: "Amigos, en política nadie es imprescindible y este es un sistema brillante y darwiniano que producirá otro líder igualmente comprometido".
Johnson también citado lo que considera los grandes éxitos de su gestión: el Brexit, la gestión de la pandemia de coronavirus y "liderar a Occidente para hacer frente a la agresión de Putin en Ucrania". También ha enviado un mensaje a los ucranianos: "Reino Unido continuará respaldando su lucha por la libertad durante el tiempo que sea necesario".
Empieza la lucha por el liderazgo conservador
Johnson ha dicho que quiere que un nuevo líder tory esté en su lugar para la conferencia del partido que tendrá lugar en otoño, por lo que pretende quedarse como premier hasta entonces. La renuncia de Boris Johnson significa que la contienda por el liderazgo conservador ha comenzado oficialmente.
El nombramiento de su sucesor al frente del partido "tory", y por tanto del Ejecutivo británico, debería conocerse antes de que los conservadores celebren su congreso anual, previsto para octubre, dijo una fuente de Downing Street.
La dimisión llega después de una cascada de dimisiones desatada el pasado martes tras la renuncia de los titulares de Economía, Rishi Sunak, y Sanidad, Sajid Javid, que se prolongó a lo largo del miércoles y de esta jueves por la mañana.
Sólo minutos después de que se conociera la noticia, la nueva ministra de Educación, Michelle Donelan, había dimitido tras sólo 36 horas en el cargo, y el nuevo ministro de Economía, Nadhim Zahawi, le había pedido que "se fuera ya".
A sólo 16 días de alcanzar los tres años como primer ministro, la de Johnson sería una de las estancias más cortas en Downing Street desde 1900.
