El ejército de Putin ha bombardeado varios objetivos del este de Ucrania en las últimas horas. Ha sido una operación masiva, en el que se han lanzado 70 misiles o drones y en la que un almacén de grano, aeródromos y un centro de transfusión de sangre en Járkov han sido alcanzados, dejando en el último escenario dos muertos y varios heridos.
Con estos ataques, Rusia pretende responder a los sufridos con drones en Moscú y Crimea. En medio de esta escalada en una guerra enquistada, delegaciones de cuarenta países han estado buscando este fin de semana en Yeda, en Arabia Saudí, una salida. Como recuerda el presidente Zelensky, la fórmula consensuada pasa por el respeto a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. El problema es que en la cumbre no ha acudido Rusia.

