
El cirujano francés Joël Le Scouarnec -de 72 años- ha sido acusado del mayor caso de pederastia de la historia de Francia después de que se hayan recabado pruebas que apuntan a que el médico habría agredido sexualmente y violado a casi 300 pacientes –la mayoría menores de edad— cuando aún se encontraban bajos los efectos de la anestesia.
Le Scouarnec tiene una mente fría y calculadora. Durante 25 años, apuntó minuciosamente en una libreta los nombres y edades de sus víctimas, así como los abusos sexuales a los que las sometía, en la misma camilla de operaciones en la que realizaba las cirugías. Esto le obligaba a tomar precauciones para no ser descubierto por sus colegas.
En ocasiones, acompañaba la descripción de las agresiones -explicadas con todo lujo de detalles- con ilustraciones, dibujos y pequeños relatos en los que hablaba sobre su pedofilia. Algo que habría de habría descubierto alrededor del año 1984, fecha en la que datan las primeras agresiones sexuales documentadas.
Se escondía bajo la apariencia de un amable cirujano, pero Joël Le Scouarnec es un depredador sexual que atacaba a sus víctimas en un momento de vulnerabilidad, en un lugar considerado como seguro tanto por ellas como por sus padres y aprovechando la confianza que las familias depositaban en él por su condición de cirujano.
Está casado y ella "lo sabía"
El cirujano que presuntamente abusó de 299 pacientes entre 19 ha estado casado durante los casi treinta años en los que cometió los abusos. Sin embargo, su mujer "se distanció" de él sin iniciar trámites de divorcio después de que el FBI detectase en 2004 que Le Scouarnec había utilizado su tarjeta de crédito para comprar material pornográfico infantil en una web rusa.
Por ello fue condenado a cuatro meses de prisión. Pero continuó ejerciendo y agrediendo a sus pacientes como lo había hecho hasta entonces. Aunque su mujer no había informado a las autoridades de sus prácticas ni hay constancia de que tuviese conocimiento de las mismas, Le Scouarnec escribió sobre ella en su diario en 1996: "Ella lo sabe".
Víctimas de varios hospitales
Aunque el cirujano desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en varios hospitales del noroeste de Francia -donde fue dejando un reguero de víctimas- ha trascendido que un colega del Centre Hospitalier Jonzac, ubicado en la región francesa de Nueva Aquitania (de la que es capital la ciudad de Burdeos, en el suroeste del país), le denunció en 2006 al advertir comportamientos que le resultaron sospechosos.
Este hecho no llegó a suponerle mayor problema porque "no se tomó ninguna medida", ha señalado el fiscal de Lorient -Stéphane Kellenberger- que ha abierto una investigación paralela para determinar si hubo ocultación de delito por parte del hospital. Scouarnec no fue suspendido, ni se cuestionó si era una persona apta para tener contacto con niños (como alegó su compañero).
Atacó a niñas cercanas
El depredador sexual fue detectado en 2017 cuando la hija de unos vecinos, de tan sólo seis años, denunció al agresor ante sus padres. Inicialmente, por haberle mostrado el pene a través de la valla del jardín. Posteriormente, se descubrió que el abuso sexual había llegado a más. A raíz de su caso, se inició una investigación que permitió descubrir las violaciones masivas a menores perpetradas por Scouarnec en distintos hospitales.
Pero las primeras víctimas procedían de su entorno más cercano. En una primera fase judicial, fue condenado a 15 años de prisión por la violación y agresión sexual a cuatro menores. Entre ellas la mencionada vecina de 6 años y dos sobrinas, de las que habría abusado en la década de los 1980. Tras esta sentencia, dictada en 2020, las autoridades continuaron investigando e identificando a los pacientes (había del sexo masculino y del femenino) a los que había agredido.


