Menú

La historia de Jayne Senior, la 'Erin Brockovich de Rotherham': filtró las violaciones de las bandas pakistaníes

La mujer, una trabajadora social británica, fue nombrada Miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (MBE) en 2016.

La mujer, una trabajadora social británica, fue nombrada Miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico (MBE) en 2016.
La trabajadora social admitió estar detrás de la filtración en 2016. | Jayne Senior/Wikipmedia Commons

Jayne Senior llegó a los servicios sociales de la ciudad inglesa de Rotherham en 1999. Previamente había trabajado varios años con jóvenes y le ofrecieron dirigir el programa ‘Risky Business’. Estuvo al frente del mismo durante catorce años. Debía atender a chicas que supuestamente ejercían la prostitución, o eso le dijeron cuando aceptó el puesto. Pero, cuando se incorporó, se dio cuenta de que la edad de las niñas y lo que hacían con ellas era incompatible con la posibilidad que se tratase de una acción voluntaria.

Como ella misma ha contado, no se sentía cómoda incluyendo los términos "niña" y prostitución" en la misma frase. Así que cambió el tratamiento que se le daba en los informes del programa por el de explotación sexual infantil. Poco a poco, se ganó la confianza de las menores a las que hacía seguimiento y le empezaron a contar las barbaridades a las que eran sometidas. Violaciones en grupo y vejaciones de todo tipo que les propinaban varones en edad adulta, fundamentalmente en grupo y de origen pakistaní.

Senior compartió estos hechos con las autoridades competentes, incluso mantenía reuniones mensuales con la policía y distintas organizaciones de asistencia social. Pero nadie hacía caso a sus informes, restando importancia a lo que contaba en ellos. Sus interlocutores consideraban los abusos sexuales a estas niñas —en su mayoría de entre 11 y 15 años— como relaciones "consentidas", alegando que en muchas ocasiones las menores volvían con los hombres que abusaban de ellas "voluntariamente".

En el año 2011, se le pide desde el Ayuntamiento que elaborase un informe en el que resumiera estas preocupaciones que les había estado trasladando en los últimos años. Ella pensó que había llegado el momento, que iban a poner cartas en el asunto. Entregó un documento de 42 páginas explicando los pormenores de la situación de estas niñas, que relataban agresiones sexuales brutales. Pero lo que pasó después fue justo lo contrario a lo que ella esperaba: dieron cerrojazo a la investigación.

La trabajadora social fue acusada de "violar los derechos humanos de los perpetradores" e incluso de alterar "el equilibrio multicultural" de la ciudad (la mayoría de los hombres a los que señalaba como autores de las agresiones y responsables de la explotación sexual de las menores eran de origen pakistaní o de otros países musulmanes). Según ha contado, le dijeron que si su informe salía a la luz causaría tensiones raciales y que no había recursos para investigar lo que había sucedido.

El programa se cerró y Senior se vio obligada a dejar el puesto. En 2012, le devolvieron el informe para que lo revisara, eliminando toda referencia a los abusos que las menores habían denunciado. Cosa que no estaba dispuesta a aceptar, por lo se marchó a trabajar a una organización benéfica. Lo hizo sin olvidarse de todas esas niñas que había asistido durante más de una década y a las que la autoridades habían dejado desprotegidas. Así que se puso en contacto con The Times con el objetivo de destapar el escándalo.

El papel de The Times

Senior habló con el periodista Andrew Norfolk, que en un primer momento tenía ciertas reticencias a publicar lo que la trabajadora social le había revelado: la existencia de bandas de hombres, fundamentalmente de origen pakistaní, que captaban y explotaban sexualmente a menores británicas mientras las autoridades preferían mirar para otro lado para evitar conflictos raciales.

Norfolk pensaba que nadie se creería una historia como la que Senior le había trasladado. Pero, ante la contundencia de las pruebas que ella le facilitó, terminó publicando una serie de artículos sobre la explotación sexual de menores en Rotherham (ciudad británica a la que inicialmente se creía que se circunscribía el escándalo, después se descubrió que había otros puntos del país afectados por esta red de bandas criminales) que abrió muchas heridas.

La investigación de Jay

El enfado del Ayuntamiento de la ciudad por la filtración fue mayúsculo (desde el principio, sospecharon de Senior). Pero ya no les quedó más remedio que mover ficha. Es entonces cuando entra en escena la académica Alexis Jay, a la que encargaron una investigación independiente. Lejos de lo que esperaba el consistorio, su trabajo reveló que al menos 1.400 niñas —de 11 a 15 años, mayoritariamente— fueron objeto de explotación sexual sólo en la ciudad de Rotherham entre 1997 y 2013.

Las víctimas -que eran previamente cortejadas por sus captores, hasta el punto de que algunas de ellas creían que eran sus "novios"- fueron violadas "por múltiples agresores", "secuestradas", "golpeadas e intimidadas" e incluso "rociadas con gasolina" y "obligadas a presenciar" terribles escenas de abusos sexuales a otras menores. Así lo recoge el informe de Jay, que años después hizo una segunda investigación con la que descubrió que se habían producido hechos similares en otros pueblos y ciudades del Reino Unido.

Senior, la heroína

En 2016, Jayne Senior decidió dar la cara y admitió ser quien estaba detrás de la filtración a The Times del escándalo de la red de explotación sexual de menores en Rotherham, a manos de bandas de hombres que procedían fundamentalmente de Pakistán y otros países musulmanes. Ese mismo año, publicó el libro ‘Broken and betrayed (Roto y traicionado)’ y la reina le concedió el título de Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE).

Ya en 2017 fue entrevistada por la Agencia Nacional contra el Crimen -equivalente al FBI en Reino Unido-, que en esos momentos investigaba el asunto en el marco de la bautizada como 'Operación Stovewood'. La ANC, que confirmó la existencia de al menos 1.150 víctimas y la detención de unas 220 personas, señaló que los recuerdos de la trabajadora social eran como los de una "computadora".

Gracias a Senior se descubrió el patrón de explotación utilizado por estas bandas de hombres que captaban, manipulaban y abusaban de niñas en distintos puntos del país. A día de hoy la ‘Erin Brockovich de Rotherham’ sigue trabajando con la ANC, a pesar de haber sido acosada y amenazada en múltiples ocasiones por haber sacado a la luz tanto las violaciones como la actitud negligente de las autoridades, que abandonaron a las menores a su suerte.

Evitar el conflicto racial

Recientemente, el multimillonario Elon Musk puso de nuevo sobre la mesa el escándalo de las violaciones masivas de menores en Reino Unido al acusar al primer ministro británico, Keir Starmer, de haber puesto trabas para frenar la investigación cuando estuvo al frente del Servicio de Fiscalía de la Corona (2008-2013). Independientemente de si participó o no de la ocultación de estos hechos a la opinión pública durante años o de si él personalmente optó por dejar a los responsables en la calle en lugar de perseguirlos en aras del mencionado equilibrio multicultural, lo cierto es que los expertos independientes que se han manifestado al respecto apuntan a que las autoridades del país miraron para otro lado para evitar conflictos raciales (dado el origen de los depredadores sexuales).

La propia Jay explicaba hace unos días en el programa Horizonte que la gran mayoría de las víctimas identificadas han señalado que los perpetradores de los abusos que sufrieron eran "de origen británico-pakistaní o asiático". El problema "se volvió extraordinariamente complicado políticamente", aseveró. De ahí, ha señalado la experta al frente de la comisión de investigación sobre la explotación sexual de menores en Rotherham, el "silencio absoluto" que ha habido durante todos estos años. "No se quisieron sacar los datos descritos en el informe", pero "nadie puede decir que no se sabía porque hubo, al menos, tres informes independientes realizados entre los años 2000 y 2005 que denunciaban todo esto y que fueron remitidos a la policía y al ayuntamiento".

Temas

En Internacional

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal