El Parlamento de Serbia se ha convertido en un campo de batalla. Este martes, diputados de la oposición han lanzado granadas de humo y gases lacrimógenos en plena sesión. La acción fue una muestra de rechazo a las políticas del gobierno y un gesto de apoyo a las manifestaciones estudiantiles que se han desarrollado durante los últimos cuatro meses. Las protestas, que comenzaron tras el derrumbe del tejado de una estación de tren en Novi Sad, donde murieron 15 personas el pasado 1 de noviembre, han derivado en un movimiento masivo contra la corrupción en el país.
El incidente ha ocurrido después de que la coalición gobernante, encabezada por el Partido Progresista Serbio (SNS), aprobara el orden del día. Un grupo de legisladores de la oposición ha abandonado sus escaños y se han dirigido al portavoz del Parlamento, generando forcejeos con los guardias de seguridad. Minutos después, otros diputados opositores han lanzado granadas de humo y gases lacrimógenos, llenando la sala de humo negro y rosa. La presidenta del Parlamento, Ana Brnabić, ha decidido no suspender la sesión y ha calificado a la oposición como una "banda terrorista".
Caos en Serbia: diputados siembran el pánico con bombas de humo en el Parlamento y dejan heridos graves pic.twitter.com/PSC9KXsBSn
— Libertad Digital (@libertaddigital) March 4, 2025
Tres diputados heridos de gravedad
El caos en la Cámara ha dejado al menos tres diputados heridos de gravedad, entre ellos Jasmina Obradović, diputada del SNS, quien ha sufrido un derrame cerebral tras ser golpeada por una granada aturdidora. Obradović ha sido trasladada de urgencia al hospital, donde se encuentra en estado crítico. El presidente Aleksandar Vučić la ha visitado y ha expresado su apoyo a través de redes sociales con el mensaje: "Jasmina ganará, Serbia ganará". Por su parte, el ministro de Defensa, Bratislav Gašić, ha condenado el ataque y lo ha calificado como una "vergüenza para Serbia".
Mientras los disturbios se desarrollaban en el interior del Parlamento, cientos de manifestantes se congregaban en el exterior del edificio en señal de protesta. Muchos de ellos guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas del derrumbe de Novi Sad, mientras que otros lanzaron huevos y objetos contra la sede legislativa.
La oposición ha denunciado que la tragedia fue consecuencia de la corrupción estructural en las instituciones del país y ha intensificado sus exigencias para la formación de un gobierno de transición que convoque elecciones justas.
Dimisión del primer ministro Milos Vučević
El Parlamento tenía previsto debatir y aprobar una ley para aumentar los fondos destinados a las universidades, una de las principales demandas de los estudiantes, quienes han mantenido bloqueadas las facultades desde diciembre. También estaba en la agenda la confirmación de la dimisión del primer ministro Milos Vučević, quien presentó su renuncia el pasado 28 de enero tras las masivas protestas contra su administración. Vučić ha anunciado que en un plazo de 30 días se formará un nuevo gobierno.
Las tensiones políticas en Serbia siguen en aumento, con una gran manifestación convocada para el 15 de marzo en Belgrado. Mientras tanto, el gobierno sostiene que las protestas están siendo promovidas por agencias de inteligencia occidentales con el objetivo de desestabilizar el país y debilitar al SNS. La crisis actual representa uno de los mayores desafíos para el liderazgo de Vučić desde su llegada al poder en 2017.


