Después de una conversación telefónica de dos horas con Donald Trump que ha tenido lugar en la tarde (según el horario español) de este martes, Vladimir Putin sólo ha accedido a frenar los ataques contra las infraestructuras energéticas de Ucrania en lugar de la parada total de las operaciones militares.
Los dos presidentes han acordado que "el camino hacia la paz comenzará con un alto el fuego en materia de energía e infraestructura" para las dos partes, además de con negociaciones para otra tregua en el mar Negro, como pasos previos de cara al fin total de las hostilidades hasta lograr una "paz permanente".
La Casa Blanca ha tratado de vender el magro resultado de la conversación como un primer paso en el que a partir de ahora habrá nuevas negociaciones que "comenzarán de inmediato en Oriente Próximo". El texto incide en que "el dinero que tanto Ucrania como Rusia han gastado en esta guerra se invertiría mejor en las necesidades de sus pueblos".
El propio Trump ha publicado un mensaje en su perfil de Truth Social, su propia red social, en el que ha destacado que la conversación con Putin ha sido "muy positiva y productiva" y ha servido para alcanzar el citado acuerdo e iniciar el camino hacia "un alto el fuego completo" y el fin de la guerra.
"Se han discutido muchos elementos de un Contrato de Paz, incluyendo el hecho de que miles de soldados están muriendo, y tanto el presidente Putin como el presidente Zelenski desean que termine", ha escrito el mandatario estadounidense.
Putin, a lo suyo
Por su parte, el Kremlin ha insistido en que la solución del conflicto pasa por reconocer "las causas profundas de la crisis" y los "intereses legítimos" de Rusia en el campo de la seguridad. Asimismo, ha señalado que el acuerdo de alto el fuego de 30 días ha de ir acompañado de "garantías de control" en el frente, del fin de la "movilización forzada" de Ucrania, así como de su posible rearme durante la tregua.
En lo que parece un comentario sarcástico dados los antecedentes del propio Putin, el dictador ruso ha garantizado a Trump que está dispuesto a "guiarse por consideraciones humanitarias" en lo que respecta a la situación en el frente de Kursk, pero siempre que las tropas ucranianas allí desplegadas se rindan. Sólo en ese caso, "se garantizará la vida y un trato digno a los soldados ucranianos".
Zelenski: "No está funcionando"
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha asegurado este que Moscú no está preparada para un alto el fuego pese a la llamada entre su Putin, y Trump y el limitadísimo acuerdo de alto al fuego.
"Los rusos aseguraron que inmediatamente después de la llamada con Trump ordenarían el cese de sus ataques a infraestructuras energéticas con armas de largo alcance, incluyendo misiles Shahed. Ahora tenemos una alerta aérea, así que no está funcionando", ha asegurado en declaraciones a la prensa el ucraniano.
No obstante, también ha dicho que Kiev apoyará cualquier tipo de propuesta que implique el cese de los ataques en el sector energético, si bien ha dicho que no se quedarán quietos si Moscú ataca la infraestructura ucraniana.