
Desde Pokrovsk, a apenas una hora del frente, Rojas describe la precariedad de la situación: "Una vez que pasas los 30 kilómetros hacia la primera línea ya es todo mucho más complicado y la seguridad es muy precaria". Lo que iba a ser una operación militar de tres días se ha convertido en un conflicto crónico que ya supera los tres años.
El enviado especial de El Mundo, Alberto Rojas, ha relatado en Es la Mañana de Federico cómo la gran transformación no viene de nuevas armas pesadas, sino de la tecnología. "Estamos viendo la mayor revolución bélica desde la invención de la pólvora", afirma Rojas. Los drones han cambiado por completo la dinámica del combate: "Con un dron espía que vigila las 24 horas, puedes atacar sin mandar soldados al frente".
Drones letales
"Hace apenas tres días, un dron marítimo ucraniano logró derribar un caza bombardero ruso", cuenta. Los nuevos protagonistas del frente no son generales ni tanques, sino jóvenes ucranianos con habilidades técnicas: "Algunos operadores de drones ya tienen más de 400 muertes confirmadas".
Rojas se muestra sorprendido ante la falta de reacción europea: "Me llama la atención que no estemos comprando miles de drones ni formando operadores cualificados". Mientras Ucrania innova, Europa parece anclada en viejos esquemas de rearme convencional.
Ucrania sobrevive con "respiración asistida"
La ayuda económica de la Unión Europea sostiene al país: "El dinero europeo es el oxígeno de sus pulmones". Pero hay otras vías clave como la iniciativa checa: "Han comprado munición en arsenales fuera de la UE, y eso ha sido determinante".
"Ucrania se está preparando para el peor escenario: que Estados Unidos corte la ayuda". La respuesta podría estar en la autosuficiencia tecnológica y la producción propia de drones, una vía que ya se explora discretamente en Kiev.
La ofensiva rusa está empantanada: "Putin está metido en una trampa que él mismo ha cavado", explica Rojas. Lo que prometía ser una conquista relámpago se ha convertido en una guerra larga que no puede ganar: "Su economía está totalmente dirigida a la guerra, pero eso no basta para someter a Ucrania".



