Al menos siete personas han fallecido y cerca de 70 han resultado heridas, entre ellas tres niños, tras derrumbarse un puente sobre un tren de pasajeros en la región rusa de Briansk, fronteriza con Ucrania. "Según los datos operativos, como resultado del derrumbe del puente sobre las vías del tren", ha confirmado el gobernador de la región, Alexander Bogomaz, a través de un mensaje en Telegram. Además, ha añadido que el total de heridos asciende a 69, de los que al menos 44 continúan hospitalizados y más de una veintena han recibido tratamiento ambulatorio.
Tres de los heridos, entre los que se encuentra un bebé de unos cinco o seis meses, se encuentran en estado grave, aunque no se ha proporcionado más información sobre el resto de las víctimas. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron los equipos de emergencia: "16 equipos de ambulancias y servicios médicos de urgencia, así como autobuses para trasladar a las personas a puntos de alojamiento", ha informado Bogomaz.
Otros incidentes
El accidente no ha afectado a la circulación del resto de trenes y han sido enviados trenes de rescate hasta el lugar para revertir cuanto antes las consecuencias del derrumbe, según ha aclarado la propia compañía. Desde la Fiscalía de Transporte Interregional de la capital ya se investiga lo ocurrido. En los informes preliminares, se ha explicado que el puente se derrumbó sobre el tren de pasajeros que justo pasaba por debajo en esos momentos.
Encima cayeron los escombros que causaron daños tanto en la locomotora como en varios vagones del tren, provocando el descarrilamiento de algunos de ellos. También se ha informado de que un segundo puente colapsó por la noche en Kursk al paso de un tren de mercancías, que se incendió. El puente cayó sobre una carretera y solo se reporta un herido, el maquinista con una lesión en la pierna.
La respuesta de las autoridades
El gobernador de la región ha mantenido que el colapso del puente se debió a una explosión. "La voladura del puente se produjo durante la circulación del tren Klimov-Moscú, en el que viajaban 388 pasajeros", ha afirmado en el canal de televisión Rusia 24. "El descarrilamiento de la locomotora y los vagones del tren de pasajeros nº 86 en la ruta Klimov-Moscú se produjo debido al derrumbe del tramo del puente como consecuencia de una interferencia ilegal en las operaciones de transporte", ha recogido un informe en ese mismo medio.
Por otro lado, el senador ruso Andréi Klishas, estrecho colaborador del Kremlin, ha acusado a Ucrania de lo sucedido: "La voladura del puente y el accidente del tren de pasajeros en Brianks hablan de que Ucrania está dirigida por una organización terrorista". Según ha señalado, "hace mucho que Ucrania perdió los rasgos de un Estado y se ha convertido enclave terrorista, sin fronteras, sin órganos legítimos y sin ley". Con todo, Klishas ha instado a fortalecer la seguridad del transporte ferroviario en las regiones fronterizas.
Por parte de Ucrania
El jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional y la Defensa de Ucrania, Andrí Kovalenko, ha afirmado en un mensaje a través de Telegram que "no es la primera vez que Rusia recurre a atentados de 'falsa bandera'". "Parece que el Kremlin está preparando el terreno para una ruptura de las conversaciones, con un ataque de imagen contra Ucrania en el ámbito mediático internacional", ha mantenido el jefe ucraniano.
Estos sucesos han tenido lugar dos días antes de esas conversaciones sobre un alto el fuego en Estambul por lo que Andrí Kovalenko también ha asegurado que "una vez más, existe la tentación de presentarnos como un 'país terrorista' para evitar el diálogo y proseguir la ofensiva de verano que ya ha comenzado en las regiones de Sumi y Zaporiyia y continúa en el este".