
La V República Francesa vive una de sus jornadas más convulsas. En un giro de guion sin precedentes, el primer ministro, Sébastien Lecornu, ha presentado la dimisión en bloque de su Gobierno apenas unas horas después de su nombramiento oficial. Este movimiento certifica el profundo fracaso de Emmanuel Macron para dotar de estabilidad al país y agudiza una crisis política que parece no tener fin.
La confirmación ha llegado a través de un escueto comunicado del Palacio del Elíseo, en el que se informa de que Macron ha aceptado la renuncia de Lecornu. La decisión abre un abanico de escenarios inciertos para Francia, siendo la opción más probable la convocatoria de elecciones anticipadas, un órdago que podría castigar aún más al actual presidente.
Esta dimisión exprés evidencia la extrema debilidad parlamentaria del presidente francés y el colapso de su capacidad para forjar alianzas. El proyecto centrista de Macron se desmorona, sumiendo a Francia en una grave inestabilidad institucional en un momento crítico para Europa.
"No se dan las condiciones"
En una declaración pública para explicar las razones que le han llevado a renunciar al puesto pocas horas después de nombrar su gabinete, Lecornu ha señalado que "no se puede ser primer ministro cuando no se dan las condiciones" para gobernar.
En su declaración desde Matignon, sede del Gobierno, el primer ministro saliente señaló que había "intentado construir una vía (...) en temas que anteriormente habían estado bloqueados", como el seguro de desempleo y la seguridad social, para "reinstaurar la gestión conjunta" y "construir una hoja de ruta" para sacar al país de la crisis en la que está sumido. Al final, la única salida ha sido la dimisión.
