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Así fue el inmenso saqueo de los Kirchner: un botín de al menos 1.000 millones de dólares

Una "organización criminal", mucho descaro y un botín de, cómo mínimo, 1.000 millones de dólares. Así es la corrupción de los Kirchner.

Una "organización criminal", mucho descaro y un botín de, cómo mínimo, 1.000 millones de dólares. Así es la corrupción de los Kirchner.
Cristina Fernandez abraza a su hija Florencia junto a su hijo Maximo. | Cordon Press

La fiscalía argentina ha pedido este lunes una condena de 12 años de cárcel para Cristina Fernández de Kirchner y su inhabiltación perpetua para ejercer un cargo público. Una petición que no es un asunto más o menos baladí contra un político retirado: Kirchner sigue siendo vicepresidenta del Gobierno y, sobre todo, sigue controlando la mayor parte del movimiento político que domina el país desde hace décadas, el peronismo que en su versión kirchnerista fue instaurado por su marido Néstor Kirchner, ha sido continuado por ella misma y tiene ya en su hijo Máximo un claro heredero.

Además, conviene no olvidar lo que le ocurrió al último fiscal que acusó a la entonces presidenta de un delito: Alberto Nisman, que según todos los indicios acumulados en el proceso judicial fue asesinado por denunciar como los Kirchner habían encubierto a los culpables del terrible asesinato de la AMIA.

Sin embargo, la acumulación de pruebas que se han ido viendo durante el proceso que se está desarrollando en Buenos Aires y su contundencia es tal que todo el mundo da por hecho que Fernández de Kirchner tiene muchas posibilidades de ser condenada como "jefa de la asociación ilícita" –en palabras del fiscal Diego Luciani– de un grupo delictivo que permitió amasar varias formidables fortunas gracias a la sustracción masiva de dinero público. Así lo explicaba:

"La jefa de esta asociación fue Cristina Fernández que desde la cúspide del poder intervino junto a Néstor Kirchner y crearon la estructura criminal para sustraer fondos a favor del amigo constructor, y en una etapa posterior para apoderarse de una porción de los mismos (en relación a las causas por lavado de dinero)".

Latrocinio en la obra pública

La Fiscalía considera probado que los Kirchner crearon toda una estructura para desviar dinero público y enriquecerse. Para ello contaron sobre todo con un empresario amigo al que se licitaron cantidades extraordinarias de obra pública: Lázaro Báez, que ya ha sido condenado a doce años por lavado de dinero. Juntos, el matrimonio, el constructor y otros políticos varios habrían constituido lo que en la legislación española

"La jefa de esta asociación –han asegurado sus alegatos los fiscales– fue Cristina Fernández que desde la cúspide del poder intervino junto a Néstor Kirchner y crearon la estructura criminal para sustraer fondos a favor del amigo constructor, y en una etapa posterior para apoderarse de una porción de los mismos".

La relación de Báez con los Kirchner se inicia en 2003, cuando Néstor accede a la presidencia de Argentina. El empresario ha compartido negocios con el matrimonio presidencial en al menos 18 de las 33 propiedades que figuran en la herencia del primer mandatario Kirchner, que falleció en 2010. Tal y como cuenta La Nación, hubo compras y ventas, alquileres, un fideicomiso, alquileres y hasta una permuta y un condominio. Un ejemplo de estas relaciones fue que Báez pagó la ampliación de Los Sauces, uno de los hoteles de los Kirchner.

Pero lo sustancial del caso es que las diferentes empresas de Báez recibieron encargos de obra pública en la provincia de Santa Cruz por valor de 2.200 millones de dólares. Esto supuso, según el periódico Clarín, que entre 2004 y 2015 el patrimonio personal del empresario creciese en un 12.000%, mientras que el de Austral Construcciones, su compañía más importante, se disparó en un 46.000%. Todo esto mientras el Estado argentino era el único cliente de Austral.

Los métodos para el fraude descritos por la Fiscalía son los típicos en este tipo de corrupción, pero usados con un desparpajo cuanto menos llamativo: por un lado se ha hablado de licitaciones amañadas para que se impusieran las empresas de Báez, pero en algunas ocasiones todo el proceso de licitación era "simulado", pues en realidad sólo optaban al contrato diferentes compañías todas propiedad del amigo de los Kirchner.

Además, siempre según el relato de los fiscales y las abundantes pruebas esgrimidas en el proceso, se "creó un canal exclusivo de pagos millonarios al Grupo –de empresas de Báez– sin que las obras se hagan, se autorizaron modificaciones de costos y plazos de obras injustificados, se pagaron cuantiosos sobreprecios". Es decir, no sólo se le encargaban por sistema las obras sino que una vez hecho esto se le admitían cambios para aumentar el coste, sobreprecios o incluso se pagaba por obras que no se habían realizado.

Y para completar el cuadro de ilegalidades, todas las adjudicaciones contenían sobreprecios entre 18 y 102 por ciento", al menos todas las que se han podido estudiar hasta el momento, cinco, con sobrecostos de 173 millones de dólares, según explicaba este mismo lunes uno de los fiscales de la acusación, que aseguraba que de lo visto en esas obras estudiadas es posible deducir que "esto pasó en todas pero no solo porque pasó en estas cinco, sino porque estas cinco obras, al igual que la totalidad de las involucradas en la defraudación –por el momento se han contado 51 adjudicaciones–, responden al mismo patrón de mecanismos de direccionamiento a favor de Lázaro Báez".

En resumen, la Fiscalía asegura que Cristina Fernández de Kirchner "generó un enorme perjuicio a las arcas públicas" estimado en al menos mil millones de dólares y al mismo tiempo "garantizó un constante flujo de dinero ilegal a favor de Báez" del que, obviamente, ella misma se benefició. La conclusión es que ha cometido tres delitos, uno de asociación ilícita –que por las penas propuestas se asemeja más al de organización criminal del Código Penal Español–, otro por defraudar al estado en perjuicio de la administración y un tercero por incumplir los deberes de funcionario público.

"No te mentas con el poder"

Como suele ocurrir cuando se delinque desde el poder, el robo de dinero público no ha sido la única irregularidad detectada por los fiscales: según el relato que han hecho en otro momento del proceso aquellos funcionarios que se atrevieron a investigar a las empresas de Báez se vieron sometidos a la persecución del kirchnerismo.

"No te metas con el poder, porque te puede arruinar la vida", era el mensaje que recibían estos funcionarios según el fiscal Sergio Mola, en una de las jornadas del alegato del juicio que se está celebrando estos días.

Mola contó varios casos, entre ellos el de un director regional de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que investigaba estas empresas porque se habían detectado facturas falsas y al que se "ubicó en un escritorio en un pasillo y debía concurrir a la oficina a hacer pasar el tiempo sin hacer nada", contaba Mola, "se lo sometió a una humillación pública permanente", añadió.

Alguna de estas investigación venían de lejos y, al ser detectadas, eran suprimidas por la dirección política de la AFIP. Es lo que ocurrió, tal y como explica La Nación, en 2013, cuando se investigó Badial SA, una constructora de Báez, y la investigación fue cerrada, los funcionarios apartado y negada cualquier actuación irregular de la compañía.

Y por supuesto la pista de las órdenes llega hasta lo más alto: "El pedido partió desde la más alta esfera del Poder Ejecutivo", según asegura la Fiscalía la orden llego a Horacio Castagnola, un alto cargo de la AFIP, que a su vez se la había transmitido sus superiores jerárquicos: Carlos Fernández y Claudio Moroni, administradores generales de la AFIP.

"No jodan con Cristina"

Mientras las pruebas en su contra se amontonan, el kirchnerismo ha lanzado una ofensiva política a todos los niveles para tratar de lograr la impunidad para su lideresa, con métodos totalmente antidemocráticos.

Por supuesto la propia vicepresidenta asegura que se trata de una persecución política y la quieren "proscribir", una palabra que están utilizando sus seguidores como un mantra. Algunos de ellos al más alto nivel como el propio ministro de Exteriores, Santiago Cafiero, que resumía buena parte de la campaña oficial: culpar a la "extrema derecha" y comparar a Kirchner con otros líderes de la zona sobre los que, por cierto, recaen más que sospechas.

Las organización de La Cámpora, uno de los sectores del peronismo más militante e izquierdista, liderada por el propio hijo de Cristina Fernández de Kirchner, Máximo, lanza un mensaje similar, pero más radical y amenazante, amén de por otras vías.

Su campaña tiene eslóganes amenazantes como "no jodan con Cristina" o "si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar", que lanzan a través de redes sociales o pancartas y pintadas que luego distribuyen a través de esas mismas redes sociales.

Los mensajes habitualmente están dirigidos a los "jueces macristas", por el anterior presidente argentino Mauricio Macri, o a lo que el kirchnerismo llama "Partido judicial" tratando de desacreditar todo el sistema legal argentino.

Peronismo, podemismo y socialismo

A muchos de ustedes les resultarán familiares algunas de las fórmulas y los eslóganes de La Cámpora. No es casualidad: son los que Podemos viene usando en España cada vez que tiene un problema con la Justicia o para explicar una derrota política. Es más, son muy similares a los que está empezando a usar el PSOE para desacreditar sentencias en su contra como los fallos del Tribunal Constitucional o la reciente confirmación de la condena a José Antonio Griñán y Manuel Chaves.

Y es que la relación entre Podemos y el kirchnerismo ha sido más que buena y más que intensa, ya desde antes de que se fundase el partido, cuando el equipo capitaneado por Iglesias, Errejón o Bescansa se movía – y cobraba – a través de la Fundación CEPS.

La admiración que unos y otros se profesan ha venido manteniéndose en el tiempo, pese a la degradación de la economía argentina, las evidencias de corrupción y del carácter antidemocrático del kirchnerismo.

Pablo Iglesias, por ejemplo. rayaba el ridículo cuando mencionaba a Fernández de Kirchner hace años en un editorial de sus programas en la televisión iraní: "Por qué hablar de un rey si puedo hablar de una reina", decía, "con una voz preciosa, una presencia incomparable y ese acento que sería capaz de conmover a los más fríos y al presentador de este programa, la Presidenta anunciaba hace pocos días la recuperación de YPF. Ni el rostro de enterrador del ministro Soria, ni las amenazas del gobierno de Repsol, al que muchos siguen llamando gobierno español, echaron atrás a esta Presidenta", dijo.

Las visitas de unos y otros han sido frecuentes y cada vez que un representante del kirchnerismo ha pasado por nuestro país ha recibido un trato absolutamente vip, incluso en instituciones oficiales como el Congreso cuando el actual presidente Alberto Fernández era sólo candidato electoral.

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Podemos recibe en el Congreso al candidato peronista Alberto Fernández al grito de "presidente, presidente"

La conexión Garzón

Otro personaje muy relacionado con el kirchnerismo y la propia Cristina Fernández de Kirchner ha sido el exjuez prevaricador Baltasar Garzón, al que ha llegado a relacionarse sentimentalmente con la hoy vicepresidenta argentina.

Una relación que desde luego habría supuesto pingües beneficios para Garzón, ya que según desveló la prensa argentina, en 2012 fue nombrado "coordinador en asesoramiento internacional en derechos humanos" un cargo con un rango similar al de secretario de estado y con un sueldo de unos 6.700 euros al mes.

Como se puede ver, los enemigos de la democracia se encuentran a uno y otro lado del Atlántico.. y de esos encuentros siempre sacan beneficios a cuenta del presupuesto.

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