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El exilio o la cárcel: la dictadura cubana fuerza a una disidente a huir del país y separarse de sus hijos

Diasniurka Salcedo y su marido han logrado llegar hasta México con dos de los niños. Pero el resto de los menores han tenido que quedarse en la isla.

Diasniurka Salcedo y su marido han logrado llegar hasta México con dos de los niños. Pero el resto de los menores han tenido que quedarse en la isla.
La disidente salió de Cuba volando a Nicaragua. | Diasniurka Salcedo

De Cuba a México, pasando por Nicaragua, Honduras y Guatemala. Ese es el periplo que Diasniurka Salcedo y parte de su familia (a la que se lo han permitido) han tenido que hacer para salir de su país prácticamente como si fuesen delincuentes, obligados por las presiones y amenazas del régimen comunista. La situación era insostenible desde el mes de diciembre, cuando entrevistamos a la periodista en Libertad Digital. Justo después la disidente cubana recibió un ultimátum: el exilio o la cárcel. Pero, como veremos a continuación, ni siquiera le pusieron fácil que se marchara.

Inicialmente el grupo voló hasta Nicaragua, vía de escape elegida por miles de cubanos cada año. Desde 2021 no piden visado a los ciudadanos que llegan desde la isla caribeña, lo que ha originado un éxodo masivo que ha superado al del Mariel en 1980. Cuando llegan al país centroamericano, cruzan la frontera con Honduras a pie y realizan una travesía realmente complicada hasta llegar a México, pasando por tierras con fango, barrancos y puentes colgantes destartalados. Y enfrentándose a todo tipo de peligros, como el que representan las organizaciones criminales que operan en la zona.

Sin duda, hay que estar desesperado para emprender esa ruta con desenlace incierto. Pero Diasniurka se había convertido en un personaje muy incómodo para la dictadura y no le dejaron otra elección. Ella es conocida por reclamar una mejor asistencia sanitaria para los niños, a los que se ha dedicado en cuerpo y alma durante los últimos años. Tanto es así que ha terminando acogiendo a cinco menores en su casa y en su familia. En la actualidad, tiene las custodias de tres de los pequeños. Dos de ellas las logró precisamente a mediados de diciembre -contra todo pronóstico y pese a los esfuerzos de la dictadura por arrebatarle a los menores- porque los padres biológicos de los hermanos así lo solicitaron.

Ese fue el último intento del régimen comunista para taparle la boca. El objetivo era atacarle donde saben que más le duele, arrebatándole a los niños. Pero como sus planes se vieron truncados en el último momento, pasaron al ‘plan B’: forzarla a marcharse. Según nos explica Diasniurka, ella era consciente de que "la dictadura, después del 24 de noviembre, iba a utilizar sus métodos sucios para tratar de que yo saliera del país. Ya me lo habían dicho en reiteradas ocasiones". Aquel día, se manifestó con un grupo de madres frente al Ministerio de Salud Pública. "La represión en mi contra aumentó".

Antes de su marcha, la disidente cubana estaba a la espera de ver qué ocurría con el recurso de apelación que presentó contra una condena de 8 años de cárcel "por comunicarme con personas que no están a favor de ellos, por trabajar para algunos medios como periodista independiente, porque me encontraron una bandera cubana que estaba escrita (con la frase VIVA CUBA LIBRE) guardada en un maletín...". Se la impusieron en octubre de 2022. Le imputaron los delitos de propaganda enemiga, instigación a delinquir, ultraje a los símbolos nacionales y difamación a una figura pública.

Y así es como llega la amenaza que termina con la salida de Diasniurka, su marido y dos de sus hijos. "Me dijeron que si yo no abandonaba el país antes del 15 de enero, tendría que entrar a cumplir los 8 años de sanción", señala. "Yo tengo varios niños adoptados, de los cuales solamente dos me dejaron sacar", relata indignada, "incluso de los dos hermanitos que tengo las custodias legales, a uno de ellos me lo hicieron virar del aeropuerto. No me permitieron que el niño saliera". Afortunadamente, el resto de los pequeños pudieron quedarse en su casa y al cuidado de su abuela.

Los niños sufren

Aunque, eso sí, no les dejan vivir en paz. "Han sido víctimas de ataques por parte de la dictadura... Les han gritado cosas en horarios nocturnos, les han tirado basura, han estado molestando a quien los cuida, que es mi mamá junto con una muchacha que siempre ha estado ayudándome", indica Diasniurka. "Es una situación bastante compleja. Los niños se niegan a comer y no quieren ir a la escuela por la ausencia de nosotros, sus padres. A pesar de no haberlos parido, para mí son mis hijos y lo seguirán siendo. Voy a seguir luchando por ellos hasta que logre juntar nuevamente a mi familia, que ojalá sea en una Cuba libre. Es lo que más deseo".

Para los dos menores que sí han podido viajar con la pareja, tampoco está siendo fácil. A la añoranza de sus hermanos y las dificultades del viaje, hay que añadir que uno de ellos -una niña que aún no cumplido los dos años- tiene una malformación congénita en los riñones y ha estado enferma. "Estuvo grave. Ha estado con las crisis. Las condiciones de la travesía no han sido las mejores, desgraciadamente", afirma. "No sólo le ha afectado a la nena en su estado de salud, yo también he tenido una crisis de mi enfermedad del páncreas".

La salida de Cuba

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Captura de un video de la travesía.

"Se vive mucha tensión y es muy deprimente lo que tenemos que pasar los cubanos. Nos hemos tenido que enfrentar a los retenes", exclama la disidente. "Una vez que tú sales de Nicaragua, tienes que pasar por otros países sin tener ningún salvoconducto... Excepto en Guatemala, que sí pasé por la frontera y me dieron un salvoconducto. Pero, aún así, fui detenida por un retén. Trataron de extorsionarme y nos quitaron dinero en varias ocasiones. Incluso nos montaron una ‘bolita de migración’ y tuvimos que pagar para poder seguir". De momento, han logrado llegar hasta México.

Diasniurka aún no es capaz de respirar tranquila. "A pesar de haber salido de una dictadura, todavía no he llegado al destino final y no me encuentro totalmente libre", explica. Hay que entender que ha sido "una situación bien difícil de enfrentar". "Tienes que dejar todo atrás. Tu sacrificio, tu vida, a tus hijos... Todo, por una dictadura", añade. Pero ella es una mujer de las que no se rinde. Puede que el régimen comunista ganara esta esta batalla, pero no la guerra. Ella continúa denunciando las injusticias desde sus redes sociales y moviendo la ayuda para personas vulnerables desde el exilio. "Toca seguir y seguir luchando, y haciendo lo que podamos para lograr un cambio de sistema en nuestro país".

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