El Ministerio de Asuntos Exteriores del socialista José Manuel Albares ha dado por cerrada este martes la crisis diplomática con Argentina sin haber contactado, o haber hecho públicos esos contactos, con el Gobierno argentino nombrando a un nuevo embajador de España en Buenos Aires.
Según ha anunciado el Ministerio mediante un comunicado, el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez ha decidido dar por cerrada la crisis que abrió el pasado mes de mayo tras los agravios cruzados entre ambos Gobiernos que comprometían a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, y al propio presidente de Argentina, Javier Milei.
Todo ello, con el objetivo de "reforzar" la relación entre ambos ejecutivos, que deben "estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades". Algo que se pretende conseguir mediante el nombramiento de un nuevo embajador después de que el Gobierno llamase a consultas al representante español en Argentina en mayo del presente año por llamar "corrupta" a Begoña Gómez.
Como posteriormente ha profundizado la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el elegido para representar a España en Argentina es el actual embajador español en Colombia, Joaquín María de Arístegui.
Llamada a consultas
La crisis diplomática que ha causado esta irregular situación comenzó con las palabras del ministro de Transportes, Óscar Puente, que, en el marco de la pre-campaña electoral de las elecciones europeas del 9 de junio de este 2024, insinuó que el mandatario argentino había ingerido "ciertas sustancias".
Tras este ataque por parte del dirigente socialista, Milei visitó España para asistir a un evento electoral promocionado por Vox, en el que hizo referencia a que Sánchez se había "tomado cinco días para pensar" sobre su mujer "corrupta", ya que Gómez se encuentra siendo investigada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Este incidente causó que Albares llamase a consultas al embajador español en Buenos Aires, una situación insólita que se ha prolongado por cinco meses. Ahora, sin que haya habido un acercamiento por parte del Gobierno argentino al español y sin que Milei haya pronunciado las disculpas que exigió el dirigente socialista, el Gobierno se ha propuesto encauzar las relaciones diplomáticas con Argentina. Algo a lo que parecía predispuesto el Gobierno de Milei, ya que ha realizado diferentes acercamientos al Senado español –con mayoría absoluta del PP—.
"En caso de no producirse esas disculpas, tomaremos todas las medidas que consideremos oportunas para defender nuestra soberanía y nuestra dignidad", dijo Albares tras anunciar en una comparecencia institucional que llamaba a consultas al embajador en Argentina "sine die".
Dos varas de medir
Cabe recordar que la actuación del Gobierno ha resultado diferente en la última crisis diplomática que ha sufrido España, en este caso con la presidenta progresista de México, Claudia Sheinbaum, y su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), después de que la nueva presidenta mexicana no invitase al Rey Felipe VI a su toma de posesión por "no haber pedido perdón" por la conquista de México hace más de cinco siglos.
Ante estos hechos, y ante las palabras de López Obrador en las que acusaba de "prepotencia" a la Casa Real, el Gobierno simplemente decidió no asistir a la toma de posesión en señal de protesta. Además, está decisión no fue tomada de forma uniforme dentro del Ejecutivo, ya que el socio minoritario del Gobierno, Sumar, sí que acudió a la misma.