La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, fue cesada apenas unas horas después de que Argentina votase en la Asamblea General de la ONU a favor del levantamiento del embargo estadounidense sobre Cuba. El Gobierno de Milei ha aclarado que la delegación argentina debería haber votado en contra, junto a Estados Unidos e Israel. Fuentes internas de funcionarios de la cancillería han justificado el voto por ser la postura tradicional del país.
"La canciller Diana Mondino ha presentado su renuncia al cargo de ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En su lugar, asumirá el actual embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein, quien liderará la continuidad de la transformación en la política exterior de nuestro país", ha señalado el Gobierno argentino en un comunicado. Werthein es un empresario, veterinario de profesión, que fue presidente del Comité Olímpico Argentino (COA) entre 2009 y 2021 y miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).
"Nuestro país se opone categóricamente a la dictadura cubana y se mantendrá firme en la promoción de una política exterior que condene a todos los regímenes que perpetúan la violación de los Derechos Humanos y las libertades individuales", indicaba el comunicado. Asimismo, informaba de que el Ministerio de Relaciones Exteriores llevará a cabo "una auditoría del personal" de la cartera "con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad".
"Todos los que pertenecemos al gabinete entendemos cuál es la postura del presidente en determinados temas", ha explicado el portavoz Manuel Adorni en declaraciones a los medios subrayando que "lo que dice el presidente se hace" y, de lo contrario, cualquier miembro del gabinete está "invitado" a abandonarlo, como ha terminado ocurriendo con Mondino.
Cuba escenifica en la ONU desde 1992 una votación anual para mostrar el rechazo de los gobiernos del mundo a lo que incorrectamente denomina "bloqueo", al que culpa de la incapacidad de la dictadura comunista de generar riqueza. Este miércoles obtuvo nuevamente el respaldo de 187 países ante la Asamblea General de Naciones Unidas, incluyendo el de Argentina. Solo dos delegaciones han votado en contra: Estados Unidos e Israel. Moldavia se ha abstenido. El año que viene se le unirá, esta vez sí, Argentina.