La noticia fue anunciada Manuel Adorni, quien argumentó que la medida responde a la necesidad de proteger la soberanía nacional frente a la influencia de organismos internacionales.
En sus declaraciones, Adorni expresó: "No vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud". La decisión se enmarca en una postura cada vez más crítica del Gobierno argentino hacia las instituciones internacionales que, según su visión, interfieren en las políticas internas del país.

