Argentina, país natal del papa Francisco, ha decretado siete días de luto nacional tras su fallecimiento.
El país entero llora la pérdida del primer papa latino, recordando con orgullo su legado y su incansable trabajo por los más vulnerables.
Durante sus doce años de pontificado, Francisco habló siempre de su tierra con profundo cariño, aunque también con preocupación. Sin embargo, nunca regresó a su país desde que fue elegido papa.