En un esfuerzo por movilizar a la opinión pública, tal y como ocurrió con el actual presidente de Brasil, Lula da Silva, cuando estuvo en prisión, la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner ha ordenado el inicio de una campaña en la región para presentar la acostumbrada narrativa centrada en el victimismo.
De acuerdo con el diario La Nación de Argentina, Fernández ha ordenado que la campaña se inicie en dos países aliados como son Brasil y México con el claro objetivo de victimizarse para denunciar una "persecución política" que la mantiene "proscripta" en el país. Ahí encontrará todos los medios oficialistas para poder circular sus versiones, en especial por la cercanía del kirchnerismo con el Partido de los Trabajadores en Brasil y ahora en México con Claudia Sheinbaum, animada por Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con la nota firmada por el periodista Mariano Spezzapria, los emisarios de la detenida expresidenta -entre ellos exministros, senadores y diputados- viajarán a sus destinos con un documento que han titulado "La persecución contra Cristina Fernández de Kirchner y su proscripción" con una descripción más que elocuente: "Dos gobiernos, el poder económico y el poder mediático han buscado la destrucción del estado de derecho en la Argentina". Además, señala que existe un subtítulo con el nombre de "Ruptura del pacto democrático y violencia de género".
En el texto también se señala que la sentencia contra Cristina Fernández "no es un fallo, sino una proscripción política que provoca la ruptura del pacto democrático de 1983" y agrega que "es también parte de una dinámica más amplia que ya hemos visto afectar a cargos políticos de distinto signo en otros países de la región", en clara referencia, según ellos, a lo ocurrido con Lula da Silva.
Según las fuentes citadas, esta idea comenzó cuando el actual presidente de Brasil visitó a la sentenciada por corrupción a inicios del mes de abril cuando viajó a Buenos Aires para la cumbre del Mercosur.