Después de cinco días desde el inicio del conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya, los líderes de ambos países se han reunido en Malasia y han logrado alcanzar un acuerdo de alto al fuego.
Después de la reunión, el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, ha celebrado el acuerdo de alto al fuego "inmediato e incondicional" que se ha logrado durante la reunión y que entrará en vigor a partir de medianoche. "Este es un primer paso hacia la desescalada y el restablecimiento de la paz y la seguridad", ha recalcado Ibrahim.
Durante los cinco días de conflicto el balance es de al menos 35 fallecidos y unos 270.000 evacuados, según EFE. En total, 22 personas han fallecido del lado tailandés (14 civiles y 8 soldados) y 13 del lado camboyano (8 civiles y 5 militares). En cuanto a los desplazados, el lado tailandés ha dejado 138.000 desplazados y del lado de Camboya el número de familias desplazadas asciende a 40.000, o más de 134.000 afectados.
Ibrahim ha actuado como mediador en las negociaciones entre ambas naciones por ser el líder del país que ostenta la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), según EFE.
El conflicto comenzó el pasado jueves cuando ambas naciones asiáticas comenzaron a intercambiar disparos en una zona fronteriza en disputa. Este enfrentamiento comenzó después de que Tailandia anunciase una reducción de los lazos diplomáticos con Camboya por la denuncia de que cinco soldados habían resultado heridos por una explosión de una mina antipersona en la provincia limítrofe de Ubon Ratchathani, después de meses de tensiones en la frontera.
Voluntad por el alto al fuego
Antes del acuerdo del alto al fuego alcanzado en esta reunión, los países involucrados y la comunidad internacional se han mostrado interesados en resolver el conflicto. "El propósito de esta reunión es lograr un cese al fuego inmediato, que fue iniciado por el Presidente Donald Trump y acordado por ambos primeros ministros de Camboya y Tailandia", señaló el domingo el primer ministro camboyano, Hun Manet, en su cuenta de Facebook.
Por otro lado, el portavoz del Ministerio de Exteriores tailandés, Nikorndej Balankura tambien agradeció el domingo en una rueda de prensa la mediación del mandatario estadounidense antes de cargar contra Camboya. "Tailandia espera ver la sincera intención de Camboya de cesar los ataques indiscriminados e inhumanos. Si Camboya demuestra sinceridad y buena fe para resolver el problema, Tailandia está dispuesta a dialogar", dijo el portavoz según Europa Press.
Por otro lado, Donald Trump anunció también el sábado que había mantenido conversaciones con ambos países y habría vuelto a utilizar las negociaciones comerciales para presionar a los dos países asiáticos. "Casualmente, estamos negociando con ambos países, pero no queremos llegar a ningún acuerdo con ninguno de ellos si están en guerra. ¡Y se lo he dicho!", señaló Trump en Truth Social después de su conversación con el primer ministro de camboyano.
De igual manera, China también se mostró interesada en poner fin al conflicto. "Camboya y Tailandia son vecinos cercanos entre sí, y también amigos de China. La paz y la buena vecindad son de interés común para ambas partes", ha declarado este lunes el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, en rueda de prensa según EFE.