
Dos personas fallecieron este miércoles en el poblado de Laqliaa, en el sur de Marruecos, y otras resultaron heridas durante un intento de asalto a un puesto de la Gendarmería Real. Las muertes hay que enmarcarlas en los disturbios que vienen sucediéndose en el país desde hace cinco días y que afectan a varias localidades del país.
El incidente de Laqliaa
Según las autoridades locales de la prefectura de Inezgan-Ait Melloul, los atacantes intentaron apoderarse de municiones, equipo y armas de servicio del personal de la Gendarmería, por lo que los efectivos del puesto abrieron fuego para repeler el ataque. "Los efectivos de la Gendarmería de Laqliaa se vieron obligados a usar sus armas de servicio en la noche del miércoles 1 de octubre en legítima defensa para repeler un ataque y asalto a una comisaría de la Gendarmería Real", apuntaron.
En un primer momento, los dos fallecidos participaron junto a un grupo de personas en diferentes disturbios, apedrearon y asaltaron la comisaría, pero los gendarmes lograron dispersarlos con gases lacrimógenos. "Sin embargo, los atacantes, reforzados por un numeroso grupo de alborotadores, atacaron de nuevo el puesto de la Gendarmería Real, armados con armas blancas", según las mismas fuentes que apuntaron que los atacantes lograron apoderarse de un vehículo y cuatro motos de esta fuerza. El vehículo y una parte del edificio de la comisaría fueron incendiados, explicaron las fuentes que añadieron que los asaltantes intentaron confiscar la munición y las armas de los gendarmes.
Apuntaron que la Fiscalía competente abrió una investigación sobre lo ocurrido para esclarecer las circunstancias de estos hechos, identificar a los implicados y determinar las consecuencias legales derivadis de los mismos.
Otros incidentes en el quinto día de protestas
Además de en Laqliaa, el quinto día de protestas juveniles en Marruecos se saldó con incidentes en otras localidades del país, convocadas por el grupo GenZ212 mediante Discord. Así, ha habido incidentes en Salé, localidad vecina a Rabat; en Sidi Taibi, a 37 kilómetros de la capital; en Tarudant, al sur, y en Tánger, al norte del país.
Desde la Fiscalía marroquí se advirtió este miércoles que las fiscalías de los distintos tribunales del país actuarán con la máxima "firmeza" ante los actos de vandalismo, incendios y violencia con sanciones "ejemplares". La misma fuente indicó que estos actos pueden ser castigados con penas de hasta 20 años de prisión y en caso de agravantes, la pena puede llegar a la perpetuidad.
El origen de las protestas
Las protestas se iniciaron en torno al 27‑28 de septiembre impulsadas por grupos anónimos de jóvenes como GenZ212 (generación Z y el prefijo de Marruecos) y Morocco Youth Voice, colectivos en principio descentralizados y sin un liderazgo claro.
Las demandas centrales de estos grupos incluyen mejoras urgentes en sanidad, educación, y en general en los servicios públicos, así como una denuncia del gasto gubernamental en infraestructura deportiva relacionado con el Mundial 2030 mientras los sectores básicos están cada vez más deteriorados.
De hecho, el inicio de las protestas estuvo relacionado con la muerte de ocho mujeres embarazadas a las que practicaron cesáreas en el Hospital Hassan de Agadir, en el sur del país. Según los medios locales, las ocho muertes fueron provocadas por el mal estado del anestésico y pusieron en evidencia las carencias del sistema público de salud. Aunque el director del hospital y la directora provincial fueron despedidas, no se frenaron las protestas, en principio pacíficas, en varias ciudades del país. Fue a raíz de las muertes de estas ocho mujeres cuando nació GenZ212. El gobierno, por su parte, intenta justificar, de forma un tanto llamativa, que los males del sistema sanitario y educativo son heredados.
Centenares de detenciones
Las primeras protestas fueron pacíficas, convocadas a través de redes sociales y apps como TikTok, Instagram y Discord, sin un liderazgo formal —no están afiliados a partidos, sindicatos ni organizaciones tradicionales— lo que complica una posible negociación con los manifestantes. Pero con el paso de los días, las protestas se hicieron cada vez más violentas, con incendios de vehículos, saqueos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Aunque las cifras son aún necesariamente provisionales, las autoridades han detenido ya a cientos de manifestantes —se han notificado más de 400 arrestos, aunque probablemente el número sea mucho mayor— y han resultado heridos más de 260 agentes de seguridad durante los enfrentamientos, según fuentes oficiales.
Mientras el Ministerio de Interior ha manifestado su respeto al derecho a la manifestación pacífica, también ha señalado que actuará con "rigor" contra quienes violenten el orden público. Las organizaciones de derechos humanos han condenado la represión y pedido la liberación de los detenidos que protestaban pacíficamente. De momento, en Rabat está previsto un juicio contra 37 personas, tres de ellas en prisión preventiva, acusadas de su participación en las protestas.

