Japón es un país ubicado sobre una de las zonas sísmicas más activas del planeta, el Anillo de Fuego del Pacífico. Esta situación geográfica es la causa principal de que el país tenga altas probabilidades de sufrir desastres naturales como terremotos, tsunamis, tifones o erupciones volcánicas. Sin embargo, la famosa costumbre del trabajo duro y el dominio tecnológico con el que cuenta el país, han sido claves a la hora de contrarrestar estas condiciones adversas.
Su método para evitar o, por lo menos, suavizar el impacto de cualquier desastre natural, se basa principalmente en sus vías de comunicación pública, haciendo hincapié en un sistema rápido y eficiente para poder avisar a la población antes de que sea demasiado tarde. Por otro lado, cuentan con un sofisticado sistema de infraestructuras preparado para hacer frente a inundaciones causadas por diversos motivos.
Sistema de aviso de emergencias
Al detectar una amenaza natural confirmada, resulta clave el momento de avisar a la ciudadanía; cuanto antes sean alertados, antes podrán prepararse para lo que venga. Por ello, la Agencia Meteorológica de Japón cuenta desde hace 11 años con un eficiente sistema de avisos en relación con catástrofes naturales.
Estas alertas se dividen según niveles de riesgo en una escala del 1 al 5 y cada uno de ellos contiene un protocolo y unas recomendaciones específicas, para asegurar que la población actúa de la mejor manera posible.
Los niveles 2 y 3 comienzan a responder ante situaciones ligeramente preocupantes, sobre todo relacionadas con la evacuación de ancianos y personas con discapacidad. El nivel 4 ya conlleva una orden de evacuación dirigida a toda la población y el 5 responde a una situación de emergencia elevada a causa de situaciones que suponen una amenaza para la vida.
Además de canales como sistemas de megafonía y medios de comunicación, para asegurar la recepción de estos avisos, cada ciudadano residente de la zona afectada recibirá un mensaje directamente en su teléfono móvil, en el que se incluye el protocolo de actuación determinado ante el desastre que esté sucediendo en ese momento.
Sistema de contención de inundaciones
Durante los últimos días, Valencia y otras provincias españolas han sufrido las devastadoras consecuencias de las inundaciones causadas por la DANA, en gran medida, a causa de la falta de preparación de muchas zonas para este tipo de catástrofes.
En el caso de Japón, el país cuenta con un Canal de Descarga Subterráneo, creado en 2006. Sus cinco silos de contención de hasta 71 metros de altura y 32 de diámetro, conectados por sus más de 6 kilómetros de túnel, le hacen convertirse en la mayor instalación bajo tierra del planeta dirigida a la retención del exceso de agua, causado por lluvias torrenciales y tifones.
¿Cómo funciona?
Tras el aumento del caudal de los ríos y el desborde de los mismos a causa de la lluvia, el excedente de agua acaba dentro de uno de los cinco pozos de este sistema. Después, este agua viaja por los largos túneles hasta llegar a un depósito de 177 metros de largo y 18 de alto que amortigua su fuerza. Gracias al uso de una poderosa bomba, el agua es succionada y enviada a la superficie, donde se encuentra el canal de drenaje que se encarga de trasladarla al río Endowaga cuando ya no exista peligro.
Estas modernas instalaciones son capaces de drenar agua a una velocidad de 200 metros cúbicos por segundo y según estimaciones del Gobierno japonés, entre 2002 y 2019 se han evitado gracias a ellas daños por inundaciones por un valor aproximado de 900 millones de euros. Por ejemplo, durante un fuerte tifón en 2019, poco más de 2.700 viviendas fueron inundadas, menos de la décima parte de hogares dañados durante otro tifón de fuerza similar en 1982, antes de la construcción de este sistema.
Sin embargo, cabe destacar que este canal de descarga no es capaz de abarcar todo el territorio nipón y determinadas zonas rurales u otras más apartadas de las ciudades siguen siendo víctimas frecuentes de estos terribles sucesos.