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Los medios occidentales compran masivamente la propaganda de Hamás sobre los niños malnutridos

Una investigación de The Free Press desvela la utilización masiva de fotos de niños con enfermedades para ilustrar la hambruna en Gaza.

Una investigación de The Free Press desvela la utilización masiva de fotos de niños con enfermedades para ilustrar la hambruna en Gaza.
Un niño transporta dos bidones en la Franja de Gaza | Europa Press

Que Hamas ha conseguido imponer su relato en Occidente a través de prácticamente todos los medios de comunicación, con pequeñísimas excepciones, es algo difícil de negar: desde la idea completamente instalada en el imaginario colectivo de que Israel no está librando una guerra en la Franja de Gaza, sino cometiendo un genocidio, hasta su maldad asesinando a sangre fría a los que acuden a los repartos de ayuda humanitaria. Pero si algo ha estremecido al mundo son las imágenes de niños desnutridos que medios presuntamente prestigiosos han publicado y que serían consecuencia de la utilización del hambre como arma de guerra. Israel, se dice, está matando deliberadamente de hambre a los gazatíes, especialmente a los niños, y esas fotos serían la demostración de hasta dónde son capaces de llegar en su maldad y en su odio a los palestinos.

La filtración de un correo el pasado mes de julio ya dejó claro que existía una campaña de desinformación contra Israel, en este caso de la prestigiosa BBC. Algo funciona mal en el periodismo occidental cuando tiene mayor credibilidad la información que proporciona una organización terrorista como Hamás que la que proviene de Israel. Precisamente ese correo filtrado de la BBC hacía hincapié en informar contra Israel concretamente en lo que se refiere a la crisis alimentaria y a la hambruna.

Y aquí entran, precisamente, las fotos fakes de niños malnutridos, fakes en cuanto a sus causas, no en cuanto a su malnutrición. El problema es que ya hace semanas se ha demostrado que varias de esas fotos de niños no son consecuencia de la malnutrición, sino que se derivan de enfermedades previas, además de que las dudas existían desde antes, pues el aspecto de esos niños parecía fruto de una hambruna de años. Pese a ello, los medios implicados en la publicación de las imágenes fake han pasado de puntillas ante estas revelaciones, considerándolas asuntos menores que no pueden o deben desviarles del asunto mollar y el objetivo principal: que Israel es un Estado genocida que mata de hambre a los niños gazatíes.

Pero si el asunto no se reduce ya a una o dos imágenes, sino a muchas más, la cosa se torna más grave: podemos decir que estamos hablando de una auténtica campaña (esta sí) de desprestigio contra Israel, que medios que se dicen muy prestigiosos están llevando a cabo para desacreditar la campaña que el Estado hebreo está llevando en Gaza.

Esto es lo que ha hecho en una investigación The Free Press, en un artículo en el que el propio medio indica que tampoco ha tenido que hacer un gran esfuerzo para contrastar que todas las imágenes publicadas de niños malnutridos para ilustrar la hambruna en Gaza corresponden a niños con graves enfermedades que son las causantes de esa malnutrición.

Los medios interpelados por las fotos publicadas han actuado siempre de la misma forma, negándose a responder o rectificar su información, y alegando en general que, independientemente de las enfermedades de esos niños, la situación de la hambruna provocada por Israel no cambia.

The Free Press publica las fotos de niños utilizadas por diferentes medios de comunicación utilizadas para ilustrar la hambruna provocada de forma deliberada por Israel en Gaza, según ellos. Imágenes todas ellas que se hicieron virales y que han provocado una crisis reputacional tremenda en la imagen de Israel en el mundo.

Ninguno de los medios que se hicieron eco de las mismas ha tenido luego la decencia de hacer lo propio con los complejos historiales médicos que sufren esos niños gazatíes. Todo ello sin que The Free Press ni nadie niegue que hay hambre en Gaza. Pero una cosa es que haya hambre y otra bien distinta que Israel utilice el hambre de forma deliberada como arma de guerra, que es lo que Hamás está vendiendo a Occidente.

La imagen de Maryam Dawas —una niña de 9 años— fue utilizada en un anuncio de Unicef para solicitar donaciones, con un mensaje en la pantalla en el que se puede leer: "Todos los niños menores de cinco años en la Franja de Gaza corren riesgo de sufrir desnutrición aguda". Lo que se oculta es que su madre contó en un vídeo subido a una cuenta de Instagram que su hija padecía una enfermedad grave que los médicos locales no lograban diagnosticar. "Sospecho que Maryam tiene otro problema además de la desnutrición", dijo la madre, dato que fue ocultado por medios como Los Angeles Times, The Telegraph y The Guardian que se hicieron también eco de la situación de la niña.

La imagen de un desnutrido Youssef Matar sirvió para ilustrar un artículo de The Guardian titulado "Hambruna en Gaza, según expertos respaldados por la ONU". Curiosamente, días antes Reuters utilizaba la misma imagen con un texto que sí incluía un dato clave convenientemente olvidado por The Guardian: "Samah Matar, madre palestina desplazada, sostiene a su hijo Youssef, desnutrido y con parálisis cerebral". A requerimiento de The Free Press, The Guardian respondió que se quejasen "al editor de los lectores".

El de Hamza Mishmish es un caso especialmente llamativo. Su imagen fue utilizada por NPR en un artículo del 29 de julio titulado "La gente muere de desnutrición en Gaza. ¿Cómo te mata el hambre?". La foto recoge a un hombre demacrado llevado en brazos por otro gazatí, por Hamza Mishmish tiene 25 años. El tema es que Mishmish sufre parálisis cerebral desde su nacimiento, además de padecer otras enfermedades. NPR no quiso responder a los requerimientos de The Free Press.

El medio continúa narrando la historia de los niños cuyas imágenes se viralizaron como símbolo de la maldad de Israel, como la de Najwa Hussein Hajjaj —con una enfermedad esofágica omitida por los medios que usaron su imagen para ilustrar la hambruna en Gaza—; Mosab al-Debs —con una lesión traumática en la cabeza provocada por un proyectil—; Atef Abu Khater —con una misteriosa enfermedad que le dejó paralizado posiblemente por un shock psicológico—; Abdullah Hani Muhammad Abu Zarqa —un niño que sufre de raquitismo activo, que fue tratado en Jerusalén Este en 2023 y del que consta un historial médico escrito en hebreo—; Karam Khaled Al-Jamal —que murió con 27 años porque sufría de atrofia muscular y parálisis parcial desde la infancia, detalles que fueron convenientemente omitidos por Al Jazeera—; Osama Al-Raqab –"un claro símbolo de la crisis bajo el genocidio israelí", cuya foto fue utilizada para ilustrar artículos sobre la hambruna en Gaza en The Guardian, CBC, Al Jazeera y el Financial Times, que ocultaron que el niño de 5 años sufre de fibrosis quística—.

Como ilustra el reportaje de The Free Press, parece evidente que los medios de comunicación no se han tomado ninguna molestia a la hora de contrastar las imágenes que han publicado o más bien han tomado la decisión deliberada de no hacerlo, a la vista de las respuestas dadas al medio cuando les ha solicitado una explicación a semejante desinformación. El objetivo sería fijar en la opinión pública que Israel es un Estado genocida que utiliza el hambre como arma de guerra, y que lo hace, además, contra los más débiles: los niños.

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