Oposición del Gobierno a una eventual fusión de Endesa e Iberdrola

La Administración se opone a una eventual operación de fusión entre Endesa e Iberdrola, las dos mayores eléctricas españolas, ante la posición de dominio que el grupo resultante tendría en el mercado eléctrico español, aun a pesar de que se vendiera un tercio de sus activos conjuntos, que suman 36.000 megavatios de potencia.

Para obtener la autorización del Gobierno, Endesa e Iberdrola, que cuentan con una cuota conjunta de mercado del 80 por ciento, se habrían comprometido a vender activos de generación por una potencia equivalente al parque actual de Iberdrola (unos 14.000 megavatios), dando entrada a dos o tres nuevos agentes extranjeros. Sin embargo, el Ejecutivo cree que aunque se desprendiera de estos activos, el grupo resultante tendría una cuota superior al 50 por ciento, con lo que la posición de dominio seguiría existiendo.

Además, el Gobierno considera válidos los argumentos esgrimidos para rechazar, hace sólo cuatro meses, la OPA lanzada por Unión Fenosa sobre Hidrocantábrico, empresas eléctricas con un tamaño sensiblemente inferior: básicamente, de que el mercado español está aislado del exterior por la escasa interconexión eléctrica, y que la reducción del número de operadores perjudicaría seriamente la competencia. Incluso se ha dejado claro que mantendrá la “golden share” con la que se reserva el derecho de veto a operaciones estratégicas.

Con la liberalización aprobada el pasado 23 de junio, el Gobierno ha limitado la capacidad de crecimiento en generación de Endesa e Iberdrola en el mercado español, con el fin de favorecer la entrada de otros agentes en el mercado. El grupo resultante de una fusión entre Endesa e Iberdrola tendría un valor bursátil de 5,8 billones de pesetas (35.000 millones de euros).