Guerra de nervios y de medios ante la fusión Endesa-Iberdrola

Los medios de comunicación contribuyen a la guerra de nervios ante la fusión Endesa-Iberdrola. "El Mundo" y "ABC" instan a las empresas a aceptar las condiciones del Gobierno. "El País" ataca al Gobierno por suavizar las condiciones del Tribunal de Defensa de la Competencia aunque, asombrosamente, también las considera imposibles de cumplir. "La Estrella Digital" culpa a Folgado y De Guindos de quebrantar disparatadamente los intereses de los accionistas. Y "La Razón", siempre entusiasta, aparece editorialmente perpleja, signo de la indecisión interna de los accionistas de referencia en ambas empresas.

Una batalla contra el reloj y un forcejeo en el caos. Ganas de tirar la toalla y miedo a dejar al Gobierno con un palmo de narices y ganas de venganza. Incredulidad en torno al "paquete" de los CTC que el Gobierno introdujo a última hora entre las condiciones de la fusión (en la subasta acompañarán a los medios substados y las plusvalías se deducirán de los CTC) y confianza en que la letra pequeña de las subastas compense las draconianas condiciones de algunos apartados de la fusión. Los consejos de Endesa e Iberdrola, que el lunes deben pronunciarse sobre las condiciones del Gobierno para la fusión, tienen sobrados motivos para la zozobra y además no encontrarán en los medios de comunicación ningún tipo de luz editorial sobre la política a seguir.

Porque lo más sorprendente y sin duda lo más preocupante es que en los medios de comunicación el debate se hace en torno a las posiciones y los intereses políticos del Gobierno, pero no de las empresas. Se está a favor o en contra de Rato, pero no hay forma de saber si se está a favor de Endesa-Iberdrola. A diferencia de la feroz guerra mediática por la sucesión de Villalonga en telefónica o de la OPA de Repsol sobre Iberdrola, apoyada fervorosamente por "ABC", los editoriales de todos los medios nacionales reflejan la indecisión de los accionistas de referencia en Endesa e Iberdrola, especialmente el BBVA.

El periódico "El Mundo" insta a las empresas a aceptar las condiciones impuestas por el Gobierno. Asegura que con estas condiciones se verá si "Martín Villa y Oriol solamente proponían esta fusión porque presumían que unos aires políticamente favorables les iban a permitir un pingüe negocio, o si están dispuestos a aceptar los riesgos de una operación más respetuosa con el principio de la competencia".

"ABC" tiene una postura similar y mantiene que "en las condiciones fijadas por el Gobierno, y no en otras, la operación merece un aprobado alto, condicionado a una auténtica salvaguarda de la competencia y al verdadero beneficio último de los consumidores". Sin embargo, también advierte al Ejecutivo que, tras la reordenación eléctrica, quedan pendientes los desarrollos normativos correspondientes a la liberalización del mercado del gas.

"El País" se sitúa claramente contra la fusión y también contra las condiciones del Gobierno. Afirma que Rato debió hacer suyas las condiciones impuestas por el Tribunal de Defensa de la Compentencia, que, por otra parte, tampoco ve con buenos ojos ya que chocan con la garantía de un mínimo de rentabilidad para los accionistas. Según el editorialista, si finalmente se frustra la fusión será porque el Gobierno mantiene una política de competencia abiertamente incompatible con las reglas del mercado.

"La Razón" tiene una opinión contradictoria aunque reconoce que, en condiciones normales, los accionistas nunca habrían aprobado una fusión como esta.

Por su parte, "Estrella Digital" critica abiertamente al Gobierno centrándose en Folgado y De Guindos. A este diario le "sorprende que, al menos en apariencia formal, este gobierno haya dejado en manos de un subsecretario (Folgado) y de su adjunto (de Guindos), todo lo que se refiere a la regulación del mercado eléctrico español y que sea el Tribunal de la Competencia, un organismo solamente consultivo, el que marque una norma y un reglamento discriminatorio para todo el sector eléctrico en comparación con otros".

También sorprende en todo este entramado que el Gobierno haya facilitado una muleta a Endesa e Iberdrola para que los accionistas puedan aprobar estas duras condiciones, ya que, según ha asegurado este sábado Luis de Guindos, los límites impuestos por el Gobierno podrían ser modificados. Es la letra pequeña de las condiciones. El Secretario General de Política Económica y Defensa de la Competencia, Luis de Guindos, ha reconocido públicamente que las dos eléctricas podrán quedarse con los activos que no se vendan. La última palabra la pronunciarán, el lunes, los accionistas.